Toda esta moda deja algunas preguntas en el aire, del tipo: «¿Cómo puede vender tanto una banda sonora con música erótico-sensible?» «¿De verdad es para follar?» «¿Para qué la usarán si no?» «¿Quizá para pensar en follar?» «¿De verdad la gente se pone música para follar?» ¿»De verdad la gente que ve ’50 sombras más oscuras’ follará»? En caso de que sí uses música para esto, aquí van 10 sugerencias como acompañamiento que pueden resultar desacertadas (o no), pero igual, para alguien, funcionan mejor como fondo que una baladita de Sia.
Lo más sorprendente de la banda sonora de esta película es lo sumamente downtempo que es. Parece que todo el mundo tiene asumido que el único sexo posible es el pausado, un coito suavecísimo lleno de amor y caricias. Lo cual está muy bien. Pero hay gustos, parafilias, apetencias, preliminares, etapas en una relación y un largo etcétera disponible a mano de hasta el ser menos sexual del planeta. No todo son noches de blanco satén ni cantantes de R&B sufriendo muchísimo. Un sexo sucio y salvaje es posible, de hecho se suponía que era el que planteaba la película, y una opción excelente es este disco que se abre con dos personas jactándose de ser basura (‘Trash’), con momentos desbocados (‘Beautiful Star’), de subidón (‘Starcrazy’) e incluso otros más románticos sobre follar en el mar (‘By the Sea’). Desde luego, invita a dar un paso más allá de Zayn y Swift.
En la línea rockera, ‘Sticky Fingers’ de los Rolling Stones (1971) tiende a aparecer en las listas sobre mejores discos para follar. Ha de ser por su portada, porque ‘Brown Sugar’ puede funcionar, pero para cuando llegue ‘Sway’ (pista 2) y sobre todo ‘Wild Horses’ (pista 3), tendrás un problema. Si ya has terminado, peor imposible. Si no has terminado, el gatillazo está asegurado. Mejor opción es el último disco de Arctic Monkeys. Alex Turner lo tiene, tanto la voz a lo crooner como el sex appeal, y el disco, salvo alguna excepción, presenta una combinación de ritmos medios y rápidos y melodías sexys y decadentes -para bien- bastante ad hoc. También tienen un disco llamado ‘Suck It And See’…
Otro que no falta en las listas de mejores discos para follar es Marvin Gaye. Yo tengo mis dudas: el componente social está clavado en muchas de sus canciones y yo no puedo hacerlo mientras alguien canta sobre la guerra de Vietnam, la brutalidad policial y mucho menos «vamos a salvar niños», lo cual descarta su obra maestra ‘What’s Going On’ (1971), pero os deseo buena suerte. La canción idónea ‘Sexual Healing’ está incluida en un disco demasiado ochentoso. Pero este disco es otra cosa. Considerado uno de los álbumes más sexualizados de la historia, se cierra con un tema llamado ‘Just to Keep You Satisfied’ e incluye la controvertida ‘You Sure Love to Ball’. Toda una inspiración para generaciones insaciables y para músicos como Prince, TLC, D’Angelo, Rihanna, Toni Braxton y tantísimos otros que han sonado en equipos de alta fidelidad, ipods y ipads frente a gente en pelota dando lo mejor de sí misma. ‘Let’s Get It On’, un must.
El disco hecho de retazos de Jane Birkin y Serge Gainsbourg -para mí no deja de ser una obra maestra pese a incluir demasiadas canciones que ya se conocían- se abre con ‘Je t’aime… moi non plus’. No hace falta decir nada más. Un corte originalmente entonado junto a Brigitte Bardot que tuvo que sortear la censura, ser programado en radios a horas marcianas y en el que sus protagonistas se dedican más que nada a morrearse y de vez en cuando soltar alguna frase, merece todos mis respetos. También está por aquí saludando ’69 année érotique’. Las preciosas ’Jane B’ y sobre todo ‘Manon’ suenan demasiado intensas para este top, pero voy a romper una lanza en favor de los momentos un poco sitcom, como ‘Orang Outang’ o ’18-39′: que se enteren los de ’50 sombras de Grey’ de que follar también es una cosa divertida que puede, que ha, de implicar carcajadas.
Madonna tiene una infinidad de canciones sobre sexo, algunas de las cuales nos vienen hoy bastante bien (‘Justify My Love’) y otras son bastante menos morbosas (‘Like a Virgin’). No sé si todo el mundo está preparado para este polvo de 70 minutazos, en el que cabe algún momento de bajona y culpabilidad, como ‘Bad Girl’, pero en sus momentos más sucios, ‘Erotica’ es cerdo como el último cuartucho al fondo de la sauna en el callejón del barrio lleno de antrazos. Además, Madonna es la autora de la mejor crítica que existe sobre ’50 sombras de Grey’, en declaraciones a Billboard: «Me pasé todo el tiempo esperando que pasara algo excitante o duro en lo de la habitación roja. Y me quedé como: «oh, vaya, azotes». También pensé: «no es realista porque ningún chico baja tantísimas veces». Lo siento pero nadie come tanto coño como el tío del libro».
Si 25 años antes de ’50 sombras de Grey’, Depeche Mode pudieron vender millones de copias de un disco llamado ‘Violator’, es que estábamos preparados para algo más que para un par de azotes. Mucho se perdió y seguramente con motivo en los tiempos de lo políticamente correcto (¿hoy harían un vídeo lleno de prostitutas sin que fuera reivindicativo?), pero si este disco está aquí no es desde luego por su título sino por su contenido. Siempre hubo una perversión brutal en los jadeos de ‘Personal Jesus’, ‘World In My Eyes’ o ‘Halo’ acompañaban e incluso ‘Enjoy the Silence’ llega a la media hora. ¿El tiempo justo? ¿La explosión del amor?
Underworld (y otras pistas de la banda sonora de ‘Trainspotting’, ellos sí que sabían…), Chemical Brothers, The Prodigy e incluso Die Antwoord pueden ser opciones válidas dentro del mundo de la electrónica, pero este disco es el que es totalmente indisociable del sexo desde que uno de sus singles, ‘Hustler’, estrenara un morboso vídeo en el que un inocente juego tipo teléfono escacharrado se convertía en una orgía de juego del hielo sin hielo capaz de levantar a un muerto. Por ‘Attack Decay Sustain Release’ también cabían ‘Tits & Acid’ (más claro, el agua), la funcional ‘It’s the Beat’ o la ilustrativa y trance ‘Sleep Deprivation’. También tenemos un ‘Hotdog’ y un ‘Love’. No fue por falta de pistas. Saludos a James Ford, que indirectamente ha colocado dos discos en la lista.
El trip hop ha sido tradicionalmente considerado un género adecuado para todo esto de toda la vida, mal que le pese a Geoff Barrow, que no en vano ha ido enturbiando más y más la música de Portishead hasta acercarla al kraut. Massive Attack no son tan problemáticos y me atrevería a decir que ‘Mezzanine’ es el disco más usado para follar de todo el que fuera adolescente durante los años 90. ¿A dónde si no, llevan las ambientaciones llenas de humo y alcohol, los ritmos sincopados, los punteos, las voces de temas como ‘Angel’ o ‘Inertia Creeps’? Massive Attack han ido más allá de unas cuantas «sombras más oscuras»…
La discografía de Goldfrapp directamente la podríamos clasificar como dividida entre el amor (‘Felt Mountain’) y el sexo (‘Black Cherry’). ‘Supernature’ muestra que ambos son compatibles en un equilibrio perfecto, con temas que son pura lujuria como el trotante ‘Ride a White Horse’ y ‘Ooh La La’, y otros que son directamente éxtasis como ‘You Never Know’. Hasta el final -en la edición original- ‘You’re My Number 1’ tiene un doble sentido divertido si entendemos de este modo ‘Supernature’.
La obra maestra de electropop (sí, también hay obras maestras de electropop, no solo de rock progresivo) ‘Nuit Blanche’ no está disponible en Spotify, pero por el ritmo perfecto del corte homónimo que abre el disco, el mírame y no me toques de ‘Touche Pas’ o el momento de locura total de ‘Noir Désir’ habrían sido una alternativa exótica para la productora de «50 sombras». Hoy es un buen día para recordar que llegaron antes que Yelle, que podrían aparecer en esta lista perfectamente.
Que ‘I Remember Yesterday’ se abriera con ‘I Remember Yesterday’ y cerrara con ‘I Feel Love’, y no al revés, dificulta la inclusión de este álbum del 77 en esta lista. El disco de Donna Summer con Giorgio Moroder y Pete Bellotte tiene demasiado de bailar con los brazos en alto, como ‘Love’s Unkind’, y un poco de kitsch, pero no por ello voy a dejar pasar esta obra maestra de pista suelta que parece haber inventado el sexo, siempre a la cabeza de las mejores canciones de los 70. ¿Cómo se las apañó la humanidad antes?