La secuencia de singles con la que T.Rex ametralló los cerebros de una nueva generación de fans (la de los incipientes años 70) sigue siendo una de las hazañas más asombrosas de la historia del pop, y es en lo que más se centra el capítulo sobre Bolan. Sin embargo hay espacio para reivindicar también algunos de los sencillos de su época final, considerada la de la decadencia. Una idea que canciones como esta ‘Teenage Dream’ (1974), co-producida por Tony Visconti, pulveriza en mil pedazos, porque en realidad es casi la cumbre de su obra: una composición espléndida, con mensaje generacional, y lujosos arreglos para darle la inyección de dramatismo que necesita: el piano de Lonnie Jordan, excepcional orquesta, y los coros gospel de Pat Hall y la novia de Marc, Gloria Jones.
En sus más de cinco minutos la voz de Marc Bolan suena exultante, cantando lo que él consideró siempre su mejor letra, un desfile de personajes y lugares con un tinte surreal muy dylanesco. Comenta Bob Stanley en otro gran libro (‘Yeah Yeah Yeah: The Story of Modern Pop’) que hasta en ese nuevo enfoque musical (piano y coros entre el gospel y el soul) le copiaría Bowie para, al año siguiente, reinventarse con el “plastic soul” de ‘Young Americans’. Sea como fuere, ahí queda este excepcional single de post-glam a cargo de su primer y verdadero rey.
T.Rex están entre los protagonistas del nuevo Popcasting de Jaime Cristóbal, donde suena otro de sus grandes temas, ‘Chrome Sitar’.