Ese espaldarazo supuso un notable refuerzo para la carrera de Oddisee, que desde 2002 fue alternando mixtapes y álbumes instrumentales o vocales, siempre con la cabeza puesta en la herencia del positivismo y la conciencia social de De La Soul, A Tribe Called Quest o Eric B. & Rakim, y con el jazz y el soul más elegantes como principal sustento musical, alineándose con esa línea que va de Gangstarr a Kendrick Lamar pasando por el primer Kanye West (es una sorpresa relativa encontrar en su debut oficial ‘101’ –2008– una colaboración de Flying Lotus, por ejemplo). Así, asociado a colectivos como Low Budget Crew o Diamond District, Oddisee ha ido publicando una enorme cantidad de material en solitario o acompañado, con álbumes tan sólidos como ‘People Hear What They See
’, ‘The Beauty In All’ o ‘The Good Fight’.Precisamente el pasado viernes se publicaba ‘The Iceberg’, su undécimo disco. Un álbum que, como explica Amir, tuvo como origen una epifanía personal, en un viaje realizado en ferry a Reino Unido desde Calais. Allí presenció de primera mano las condiciones del campo de refugiados de aquella ciudad costera, y aquello le empujó a una profunda reflexión sobre cuán poca atención tenía en su país (hay que extender ese pensamiento al resto del mundo y a la propia Europa) el drama de los refugiados de las guerras de oriente medio.
A partir de ahí, Oddisee, tocado profundamente por esa situación, elabora una reflexión a partir de sus experiencias como hijo de refugiado en un país occidental, donde vivió situaciones de racismo incluso de niños afroamericanos. Lo aterrador es que se muestra acostumbrado a ello y el veto musulmán de Trump le parece, en realidad, un episodio más de una discriminación que se prolonga desde muchas décadas atrás. Este mes Oddisee estará en Barcelona presentando estas nuevas canciones (‘Things’ y ‘Like Really’ se muestran ya como piezas claves) junto a su banda de acompañamiento habitual, Good Company y con el británico Olivier St. Louis (colaborador, por ejemplo, de Hudson Mohawke) como telonero. Será el 28 de marzo en Caprichos de Apolo, y las entradas están ya disponibles desde este enlace.