Con una caracterización acojonante, Reyes-Díaz comienza aludiendo al papel de Daenerys Targaryen en ‘Juego de Tronos’, llegando a remo “a Poniente” como “la khaleesi que llega a la capital para liberar al pueblo de la derecha insensible y hacerlos hombres libres”, echándose unos bailes al son de la sintonía de la serie de HBO. La “mader of dragons” muestra su resistencia a quemarse en una remozada sede de la calle Ferraz: un tablao flamenco con la foto de Pablo Iglesias (el original) al fondo, a la que quiere llegar para quedarse. Asegura que le gustaría llevarse a todos los andaluces con ella, menos a Andy y Lucas, porque “el flamenquito para un rato está bien, pero para todo el año es muy estomagante”.
Entre puyas a sus presumibles rivales en las próximas primarias del PSOE, Patxi López y Pedro Sánchez, asegura que se presentará por “el tole-tole” de la gente, que le pedía que se presentara y saliera a bailar. Y ahí es cuando ha recuperado aquella célebre imitación de Robert Smith bailando la canción ‘La palmera’. Definitivamente, se agradece el regreso de las personificaciones de Reyes, aunque es una pena que vayan a limitarse únicamente al ámbito político-social del programa conducido por El Gran Wyoming.