Música

Def Con Dos: «Este disco supone un tartazo en la cara del inquisidor»

Han tenido que pasar 28 años para que el alcance mediático de Def Con Dos llegue a su máximo esplendor. Este 2017 es el año de DCD, que lanza su ‘#Trending_Distopic’ (Rock Estatal, 2017) con nuevas incorporaciones (Samuel Barranco), nuevas colaboraciones (entre ellas, Tote King) y el paradójico amparo de una prensa atenta a sus movimientos. Por razones incorrectas, eso sí. Quién le iba a decir a César Strawberry que la fama le vendría de la mano de una condena «kafkiana». A pesar de ella, el mítico grupo sigue provocando y grita con toda su energía «que tú nos persigas… mola». Nos reunimos con ellos en las oficinas de Rock Estatal (Madrid) para discutir sobre economía, política, libertad de expresión y… pop.

¿Os pasa como a los indies, que no podéis vivir de vuestra música todavía?
César Strawberry: «Nosotros vivimos de la música, pero siempre de una manera muy precaria. Nosotros somos proletarios del rock. Somos un grupo para grandes minorías. El nombre es muy grande, lo conoce muchísima gente de todos los ámbitos y varias generaciones, pero que la gente te venga a los conciertos y tal… somos un grupo de un caché pequeño, que lo movemos nosotros, que lo mismo vamos a un club que a un festival grande. En fin, te vas adaptando. Es un milagro, es una vida totalmente de titiritero».
Samuel Barranco: «Depende del modo de vida que lleves, yo no podría tener un coche, hijos y un perro que pasear».
C.S. «Evidentemente es una elección de vida que no todo el mundo quiere hacer. Hay mucho que sacrificar. Yo no sé cómo lo hace la gente. Tengo muchos colegas de otros grupos que luego tienen sus familias, y yo digo «pues qué suerte». Pero yo he prescindido de familia, de perros… hasta de plantas (risas). Es que hay que elegir. La conciliación es tan complicada. Y luego es el vislumbre de una vida en la cuerda floja, siempre. Te tienes que ir previniendo de un año a otro. No podemos hacer como los grandes grupos estos, que tocan un año y luego no tocan en tres años, tenemos que estar tocando todos los años, donde sea, para ver cómo hacemos. Somos muy flexibles, en cuanto a que el nombre… «Oh, Def Con Dos, cómo mola». Pues sobrevivir con Def Con Dos es complicado. Somos muchos, todos compaginamos, unos más y otros menos, hay unos que se dedican más al grupo y otros menos, entonces… todo el mundo intenta compaginar con otro tipo de actividades laborales que sean flexibles para poder seguir tocando, pero también pagando el alquiler».
S.B. «La idea es vivir un poco a tu bola, no tienes que estar en una oficina doce horas diarias. Que está muy bien, pero yo no podría. Porque yo he trabajado en ello y me han dado ganas de morirme, pero es normal que te pueda gustar eso. Si lo que no es normal es que nazca gente como nosotros».
C.S. «Pero yo me veo todos los días en el ordenador, actualizando movidas, o sea que mi oficina y mis doce horas de curro, las hago en otro sitio, pero mi casa está llena de post its, de movidas… hay que atender mucha cosas. No puedes, en cuanto delegas, tienes que pagar. Entonces yo asumo muchísimas labores de todo tipo».
S.B. «Si es que parece que estamos hablando de que no curramos, pero entre semana es un no parar».

«No podemos hacer como los grandes grupos estos, que tocan un año y luego no tocan en tres años, tenemos que estar tocando todos los años, donde sea, para ver cómo hacemos»

Durante la rueda de prensa se mencionó un par de veces que quizás en este disco os habíais suavizado con las letras. ¿Cómo os lo explicáis?
C.S. «Es que nosotros no tenemos por qué explicar lo que opina la gente. Lo que diga cada uno es muy respetable».

Pero, ¿qué opináis vosotros?
C.S. «Es que no tenemos que opinar nosotros sobre lo que hacemos. La gente tiene que opinar. Evidentemente, nosotros diremos siempre lo mejor para nosotros, pero es no es objetivo. Unos dicen que te has suavizado, otros dicen que te has vendido, otros que es el mejor disco que has hecho en tu vida, y otros que te has superado con creces y es el mejor disco que has escrito en tu vida. Replicar a las opiniones ajenas es algo que no te lleva a nada. Nosotros consideramos que lo hemos hecho muy bien, que somos los mejores, porque, si no, no lo estaríamos haciendo. Yo no ocupo mi tiempo en eso. Eso es muy de Facebook. “Es que eres un asqueroso”, “¿qué tienes que decir a eso?”, “que no soy un asqueroso” (risas)».

Es cierto que por la red te ha entrado todo lo malo.
C.S. «Pero también lo bueno. Es decir, no hay que olvidarse de que, de lo que se trata, es de posicionamiento social, y dependiendo de cómo lo manejes te puede salir bien, o te puede salir peor».

Es curioso, porque a priori, las circunstancias en las que habéis compuesto este último disco han sido bastante difíciles: César con una condena y un proceso judicial encima, nuevos miembros entrando en la banda… y, sin embargo, escuchando el disco casi hasta se os nota relajados.
C.S. «¡Bingo!».
S.B. «Era el objetivo, desde luego».
C.S. «Podemos decir que ha sido una gran cacota este proceso en el que te meten, y sentirte perseguido por un poder inquisitorial que emerge de repente, que no se sabe muy bien de dónde, y de repente se alteran las normas más elementales de libertad de expresión que la gente veterana como yo, que ha vivido con una cultura de libertad de expresión mucho más tolerante de la que hay ahora, pues ese de repente verte sometido en esta turba de linchamiento mediático, de gente que te quiere llevar a la cárcel, plantearte que puedes estar dentro de una celda dentro de un tiempo porque… en fin.

«Que la gente opine sin saber ni conocer quién eres, que se creen mantras sobre ti que se ven publicados en la prensa… todo eso es súper chungo, pero, o lo vences, o te hundes. Y hemos apostado por vencerlo. Yo, personalmente, he optado por vencerlo»

Es algo altamente kafkiano, perturbador, turbio, desagradable y nocivo para tu cabeza. Es algo que exige un esfuerzo mental tremendo, y a nivel emocional es durísimo. Pero digamos que nosotros, por tener un grupo y por todo esto, nos hemos planteado “y ahora, ¿qué hacemos?”. Lo suyo sería hacer un disco como respuesta a todo esto. Pero, ¿cómo coño? Pues ahí has acertado. Porque yo debo ponerme en un papel, a escribir letras y a plantear canciones con esa sensación de miedo, de que te van a llevar al talego, de que te quieren llevar al talego. De que sale tu cara cada dos por tres en los debates de 13TV, ¿sabes? Que la gente opine sin saber ni conocer quién eres, que se creen mantras sobre ti que se ven publicados en la prensa… todo eso es súper chungo, pero, o lo vences, o te hundes. Y hemos apostado por vencerlo. Yo, personalmente, he optado por vencerlo.

Y lo mejor manera de vencerlo ha sido sacar este disco y demostrar… Que la estrategia de estado es infundir miedo, y que tú te autocensures y te calles. ¿Queréis que nos callemos y nos autocensuremos? Pues todo lo contrario. Vamos a intentar hacer un disco que nos reivindique y que sea un disco fresco y valiente. Y ese ha sido el reto en el cual ha influido definitivamente la entrada de Samuel Barranco. La sangre nueva, el hecho de que llegue alguien, te diga, ¿por qué no hacemos un tema de este tipo, que hace mucho que no hacemos? Porque él era un fan de toda la vida, un nativo DEF. Y es capaz de discernir. Y la frescura de la gente joven, que tiene menos miedo. Y hemos hecho un disco que supone un tartazo en la cara del inquisidor. Si no se posiciona la sociedad civil frente a las persecuciones de este tipo -porque esto no es una cosa nuestra, ni mía. Este es un canto a la libertad de expresión de todos,y a la tolerancia-, si no cedemos al miedo, somos capaces de vencerlo. O, al menos, manejarlo bien. Que no sea lo que domine todo en tu vida. Que ocupe el lugar que tiene que ocupar. Viene la ola que trata de hundirte, y tú surfeas en ella. Es lo que hemos tratado de hacer.

Igual que en el videoclip ‘Que tú nos persigas’.
C.S. «Exactamente. Tú quieres difamarme, quieres ponerme como que soy un terrorista, que somos unos tíos muy chungos…»
S.B. «¡Pues es mentira!».
C.S. «Pues vamos a darle la vuelta. Y eso es una cosa muy de akido (yo soy aikidoka), y el aikido consiste en eso. En aprovechar la fuerza del contrario, que quiere lesionarte, para que se lesione él. En realidad es no violencia, pura y dura. Esa filosofía la hemos aplicado a este disco de una manera bastante clara».

De hecho, habéis llegado a medios en los que no hubierais entrado si no hubiera sido por esto. Os están haciendo promoción.
C.S. «Evidentemente. Nos están haciendo una publicidad desde hace dos años, que eso no nos lo hubiéramos podido permitir (y muy pocos grupos se lo pueden permitir)».

En realidad era todo una performance.
S.B. «Anda que no nos lo han dicho».
C.S. «El poder es tan ignorante que cree que este tipo de cosas les pueden salir como ellos quieren siempre. Y no es así. Yo estoy empeñado en demostrarles que no. Y además, lo que estamos consiguiendo aparte, es un reconocimiento del grupo ajustado a la realidad. Lo de que somos terroristas no se lo cree nadie. Y eso genera mogollón de empatías. Eso ha hecho que el grupo, de repente, mucha gente que lo había escuchado de joven pero ya no lo escuchaba, lo escuche. Gente muy joven que nunca había accedido a él, lo haga. Que ganemos muchos nuevos adeptos. Que a los conciertos haya venido mucha más gente, desde los dos últimos años. La gente viene a veces solo por el hecho de apoyar una causa. Te rehabilita. Con lo que pretendían enterrarnos, después de 28 años de carrera, lo que han hecho es darnos una ola extra que estamos aprovechando para surfear».
S.B. «Tiene la parte positiva de que la gente se ha dado cuenta de que España no es lo que pensaban que era».
C.S. «La canción de ‘España es idiota’, que el videoclip se colgó en 2013, tenía 200.000 visitas, y desde que se encadenó todo este escándalo, tiene 700 u 800.000».
S.B. «Al final se ha convertido en un lema. En las redes era el comentario estrella, “España sigue siendo idiota”».

«Recuerdo un CD de “La Bomba 2000… lo que sea” con el careto de Aznar y de Franco. Eso, hoy en día, sería considerado apología del terrorismo. Tip i Coll tienen chistes sobre Carrero Blanco, es decir… ¿A qué viene esto? Cuando ha habido el referente de La Codorniz, revistas míticas de la última época del Franquismo. El humor como oposición a la dictadura. Y ahora resulta que el humor se persigue»

¿Habéis notado un retroceso en la libertad de expresión en estos 28 años en activo?, ¿cómo se ve desde la perspectiva de Samu, que tiene 28 años, a César, que tiene 54?
S.B. «Lo noto en gente de mi generación. Yo nunca he sido agresivo en mis letras, pero sí que miembros de mi propio grupo me decían “oye, que igual aquí te estás pasando un poco” o “esto no lo deberías decir”».
C.S. «Yo he vivido los 80. Y yo me acuerdo del alcalde de Madrid cuando dijo “el que no esté colocado, que se coloque, y al loro”. Y en los dos miles, recuerdo un CD de “La Bomba 2000… lo que sea” con el careto de Aznar y de Franco. Eso, hoy en día, sería considerado apología del terrorismo. Tip i Coll tienen chistes sobre Carrero Blanco, es decir… ¿A qué viene esto? Cuando ha habido el referente de La Codorniz, revistas míticas de la última época del Franquismo. El humor como oposición a la dictadura. Y ahora resulta que el humor se persigue, que llaman a Facu Díaz a declarar a la Audiencia Nacional… en fin.
S.B. «A Monóxido, que tenían un disco con una portada de Franco con dilataciones, se la han censurado».
C.S. «Y que personajes del Franquismo se considere que tienen una dignidad que respetar. ¿Cómo se puede reivindicar que Carrero Blanco sea un tipo a defender, o un perfil político a defender hoy en día?»

En estos momentos, parece que la protesta ha vuelto a convertirse en algo sutil, como en la dictadura. Ahora muchos grupos pop o indies declaran hacer canciones protesta, aunque no sean muy… evidentes, quizás. Por ejemplo, ‘La Ratonera’, de Amaral.
C.S. «Perdona una cosa… ¿Cómo que “el indie”?, ¿Amaral es indie?».
S.B. «Indie es el post-pop».
C.S. «¿Qué tiene de independiente Amaral?».

«Amaral es un grupo de radiofórmula de camionero. O sea… las canciones de Amaral son de una vulgaridad lírica… Es como poesía de máquina expendedora de refrescos»

¿Vosotros sois más indies que Amaral?
C.S. «Es que compararnos con Amaral es completamente absurdo. Amaral es un grupo genérico que abarca a toda la sociedad, un grupo de consumo en radiofórmula, de pop. Y darle más trascendencia que eso a nivel cultural me parece un error. Creo que es un grupo de pop de lo más convencional, y de lo más adaptado a la exigencia de las audiencias mayoritarias que menos criterio tienen. Y que, además, pertenecen a la gran industria pero de una manera… descomunal. Pretender a eso darle un estatus de independencia me parece…»
S.B. «El error es que a este género nuevo se le ha llamado indie, cuando realmente no lo es. No es independiente».
C.S. «Sí, pero por ejemplo, me hablas de Vetusta Morla, “grupo indie”. Pues a ver, Vetusta Morla es un grupo que ha salido de mogollón de años de local, mogollón de años de comer mierda, y de repente hacen “boom”, y suben. Pues yo creo que sí es un grupo indie. Pero, ¿Amaral? Si es un grupo de radiofórmula de camionero. O sea… las canciones de Amaral son de una vulgaridad lírica… Es como poesía de máquina expendedora de refrescos».
S.B. «¿La canción de “son mis amigos” es de Amaral? Creo que es la peor canción que he escuchado en mi vida».
C.S. «Es hacer pasar por cosas que, en mi opinión, no lo son. Es como Camela».
S.B. «A mí Camela me gusta más».
C.S. «De hecho, yo tuve la suerte de conocer a Camela una vez y me parecieron muy majos, me cayeron muy bien. Y, sobre todo, el tipo de la barba que canta, pues es un tío de puta madre. En fin. Amaral me parece que es pop de Decathlon. No sé qué puede tener de independiente. Los respeto y me parece muy bien. Y los envidio, ya me gustaría a mí poderme pagar un pisazo con el adelanto de royalties de la SGAE. Ya me gustaría a mí».

¿No vives en un pisazo?
C.S. «Me temo que no. (Risas) No critico a la gente que gana dinero, me parece genial, está muy bien ganar dinero con el rock y con lo que sea, pero de ahí a pretender que se venda Amaral como un producto independiente, creo que chirría por todos lados. Pero bueno, es una opinión».

«El rock and roll es un sitio de testosterona, de tíos, un asco en muchos sentidos»

A la hora de introducir a nuevos miembros en el grupo, ¿no pensasteis en introducir alguna mujer?
C.S. «Eso lo pensamos, pero hace muchísimo. En el 96. Porque yo tenía especial empeño en ello. Porque nosotros tenemos el orgullo de haber sido el primer grupo que compuso una canción reivindicando el papel de la mujer de una manera mucho más clara. Lo que defendemos era la revolución femenina, en concreto. No ha habido ninguna revolución que haya sido femenina. Y en el 96 sacamos el tema de ‘Agrupación de mujeres violentas’, sacamos un manifiesto de la revolución femenina, y es absolutamente vanguardista para su época. Luego en el 99 sacamos la canción de ‘Ellas denunciaron’, en una de las primeras manifestaciones que hubo en Sol contra el maltrato. Y, en aquel momento, cuando hubo un cambio de guitarrista, recuerdo perfectamente cómo estuvimos planteando que entrara una mujer. Y recuerdo que estuvimos barajando la posibilidad de que entrara la hija de Miguel Ríos, que toca la guitarra. Lua. Porque era la única persona que conocíamos así cercana, que la conocía el batería. Pero al final no cuajó la idea. Después no ha habido más ocasiones. Es cierto que hay pocas chicas en el rock, en general. Y además, por el hecho de ser chicas… hay un caso dentro del rock en este país, que es el caso de las hermanas Llanos, de Dover. Dover es un grupazo brutal. Las hermanas Llanos son dos genios brutales, han conseguido un éxito gigante… pero luego han sido olvidadas con una velocidad extrema, cosa que me parece extremadamente injusto. Porque yo sé lo que es el rock and roll. Es un sitio de testosterona, de tíos, un asco en muchos sentidos. Y ellas, yo las he visto manejarse en este mundo con una soltura y una firmeza y una buena cara y un buen rollo, que es un ejemplo. Tocamos con ellos en el 2015 y flipé con ellos.

¿Algo más que añadir?
S.B. «Que escuchéis el disco. Que lo escuche todo el mundo».

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Publicado por
Elena Rosillo