Música

Katy Perry se mete en un jardín al comparar su cambio de look con el fin de la era Obama

Algo no va bien con el perfil “activista” de Katy Perry. La cantante californiana, que tras involucrarse en la fallida campaña de Hillary Clinton por la presidencia de EE UU había manifestado públicamente un supuesto compromiso con lo político y lo social, no dice lo mismo con sus actos. Tras meter la pata semanas atrás haciendo mofa de los problemas mentales de Britney Spears en una entrevista en los Grammy, ahora ha vuelto a irritar a muchos por burlarse de los que echan de menos a Obama como Presidente de su país.

En un vídeo de Instagram Stories que ha sido recuperado por un usuario de Twitter, se cachondeó de algunos comentarios que aseguraban echar en falta su antiguo pelo negro: «Oh, ¿también echas de menos a Barack Obama? Okey, los tiempos cambian. Adiós”, contestó en tono burlón, descojonándose viva. Consciente de que sus palabras podían no tomarse a broma por muchos, decía riéndose “me tengo que ir ya…”. Aunque es obvio que se trata de una broma, muchos señalan la incoherencia de esta chanza con su teórico activismo y su compromiso electoral, precisamente, con el Partido Demócrata al que pertenecía el ex-presidente. Y hay quien incluso lo tilda de racismo.

No parece, en cualquier caso, la mejor estrategia promocional para su nuevo single, ‘Bon Appétit’, estrenado el viernes y, por el momento, con menor respaldo comercial del esperado. Podría, en todo caso, ser un producto de maduración lenta, como ha demostrado ser ‘Chained to the Rhythm’. Una canción que ya hacía ver que ese supuesto compromiso político –escenificado en la crítica al capitalismo de su vídeo oficial– rayaba en lo hipócrita.

Actualización: a raíz de esta polémica, el productor Mano (The Weeknd, Kanye West) ha acudido a Twitter para recordar una anécdota de 2013 que parece acentuar los tintes racistas de este episodio. Mano asegura en varios tuits que en un encuentro pasado Katy se dirigió a él y su amigo y colega Hxlt como «mis negros» («my niggas», literalmente) y que, aunque parecía obvio que no lo hizo como un insulto, él se sintió «dolido» y «ofendido». Tuvieron que explicarle que el hecho de que una mujer blanca se dirigiera así a ellos no era entrañable sino ofensivo. Explica, además, que ocurrió paradójicamente en París (por aquello de la canción de Kanye West y Jay Z ‘Niggas in Paris’).

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Publicado por
Raúl Guillén