Me gusta cómo está producido el nuevo disco, en diferencia a los anteriores. No sé si es más moderno, pero sí me suena más expansivo. ¿Cuál era vuestra meta al enfrentaros a este álbum?
No teníamos ninguna meta. No teníamos sello, presiones de tiempo ni de ningún tipo. Volvimos a tocar en vivo y el dinero que ganamos tocando en 2014 y 2015 lo gastamos en el estudio. Sí que suena expansivo, grande y abierto porque es como tocamos. Es popi, pero hay mucho espacio entre los instrumentos. Quizá algunas canciones tienen menos reverb. Se desarrolló sobre todo el verano pasado, en Courtyard Studio. Nuestro ingeniero de los viejos tiempos, Chris Hufford, que ahora es mánager de Radiohead, dijo que volviéramos a Courtyard porque estaba muy bien, y fue como volver a casa. En los pasados 20 años desaparecimos y grabamos muchas cosas, pero hemos vuelto a funcionar muy bien juntos. Terminar las canciones fue un proceso muy bonito que se desarrolló solo. El disco suena como un todo y además es una evolución.
¿Habéis grabado de un modo parecido a como lo hacíais en los 90?
Entonces grabábamos en 2 cintas, y ahora es todo digital. Pero está muy bien. El software que te permite manipular sonidos es bastante barato. Yo uso el Max MSP, que es muy importante en la primera y en la última canción del disco, que co-escribí con Neil. Las herramientas han sido fantásticas, pero no han sido totalmente nuevas para nosotros. Todos hemos seguido trabajando en este tiempo, yo desde Cambridge, donde vivo, y hacer ciertas cosas nos resultaba ya familiar. No teníamos ningún miedo.
«Ya no estamos en los 90, no queríamos sonar a lo viejo»
El disco no me suena tanto a años 90’s, ¿por qué crees que es?
No es lo que queríamos. Ya no estamos en los 90, no queríamos sonar a lo viejo. Desde que nos vimos en 2014, ha habido un «momentum» que se ha ido construyendo. Cuando llegamos al estudio, tocamos, nos lo pasamos bien, salíamos a cenar, quedábamos para desayunar juntos… Lo hemos disfrutado mucho. Todo esto ha sido durante 2016 y por eso el disco suena a ahora. Simplemente hicimos el disco que queríamos hacer sin presiones de ningún sello.
¿Cómo te suenan los primeros discos a día de hoy? Hay un componente «lo-fi» o «low-algo».
Es difícil decirlo para mí, supongo que hay cosas que podía haber hecho mejor. Grabábamos muchas cosas en un día. El estudio no era un sitio que nos resultara familiar. En 20 años hemos tocado, hecho otras cosas, todo ha cambiado, la industria, la tecnología, la gente… 20 años es mucho tiempo, hay experiencias buenas, otras no tan buenas… y todo eso influye. Somos viejos amigos, nos lo pasamos bien y no me quejo de nada… pero sí pienso cosas como «por qué metimos tanto bajo ahí».
¿Cuándo empezasteis a ser un grupo de culto?
En su momento, nos quedamos algo apocados con el Brit-pop y el grunge, nos quedamos un poco hundidos entre Blur, Nirvana, Oasis… Nos encantaban Nirvana y Mudhoney y Soundgarden… y llegamos a hacer gira con Blur. Pero nosotros siempre fuimos muy underground, nunca tocamos para más de unas 400 personas. De repente todo cambió. En 2008 empecé a hacer mi propia música, tuve mi propio grupo y cuando me ofrecían conciertos, me decían: «¿cuándo os reunís?». Neil tenía su proyecto, Rachel tenía su proyecto, y a ella también se lo decían. Había como unos cuantos fans de Slowdive, y nosotros nos preguntábamos: «¿por qué la gente sigue escuchando Slowdive?». Esto era como en 2009 y 2010. Es bonito que nos siguieran escuchando, pero no esperaba tener tantos oyentes.
¿Sabes que en España ha habido todo un movimiento shoegaze, inspirado por bandas como vosotros?
¿Sí? Guau, es increíble.
Incluso uno de los grupos más importantes del pop nacional, Los Planetas.
He oído hablar de ellos. Creo que los he visto en Benicàssim. Voy a muchos conciertos cuando estamos tocando en festivales. Sigur Rós sacaron un segundo álbum, que fue un hit en Reino Unido, el de la portada azul (NdE: ‘Ágætis byrjun’); y cuando los vi, pensé que eran un poco como Slowdive, sobre todo ‘Avalon’.
«Muchos artistas de música electrónica han sabido crear algo nuevo a partir de la influencia de Slowdive»
A veces me pregunto si habrá tanto grupo de shoegaze, no sé, en Bélgica o Italia, como en España. ¿Tienes constancia?
En Italia están Sea Dweller, que siempre me han mandado sus CD’s, han venido a mis conciertos en solitario y están muy bien. En Italia hay bastante shoegaze. Pero lo que más me gusta es cuando han llevado la influencia hacia otro sitio. Hay muchos artistas de electrónica de Europa, Japón, América, de todas partes, que han reconocido la influencia de Slowdive, que han tomado los midis o sonidos para desarrollar otros proyectos de ambient, electrónica… Me refiero a gente por ejemplo del sello Ghostly International, como un tipo llamado Christopher Willits o Tycho, que me dio su disco ‘Dive’ y me dijo que para él habían sido muy importantes Slowdive. Ha hecho algo nuevo a partir de eso y es muy bonito.
Entonces, desde tu punto de vista, el shoegaze sí ha evolucionado…
Ha evolucionado masivamente en algo que no es shoegaze, pero sí conserva una influencia. Y es muy hermoso. Ha inspirado a artistas a hacer su propia música. Hay mucha nueva tecnología, pedales, reverb, distorsiones… que pueden haber hecho pensar a la gente o llevarla a otros sitios. El shoegaze está definitivamente vivo y a tope.
¿Qué opinas de Minor Victories, el grupo que sacó Rachel el año pasado?
He ido a verles. Me gustan las canciones de Rachel y son muy buenas. En Slowdive Neil es el creador principal, escribe el 70% de todo, tiene mucho talento. Pero Rachel ha escrito un montón de canciones y es estupendo que haya tenido esa libertad por su cuenta porque Neil tenía una visión muy clara de este disco de Slowdive: quería llevar a la banda a su estudio y decir: «vamos a hacer esto». Christian también tiene una gran banda, Monster Movie, que está en un sello americano llamado Graveface, y aunque es indie pop, tiene algo de shoegaze; y yo hago mi música ambient, instrumental. Está bien que todos tengamos esa libertad por nuestra cuenta.
Has co-escrito la última canción del álbum, como has dicho. ‘Falling Ashes’ no es como un single, pero creo que sí puede ser favorita de los fans. ¿Qué nos puedes contar sobre ella?
La letra es de Neil y es algo privado, muy privado. Sugirió una serie de cosas que quería transmitir, es como un sueño, que puede ser de muchas cosas. Neil se quedó 3 semanas en el estudio y esta fue como la última canción en la que trabajamos. Él estaba con el piano, peleando con la canción, y yo con mi portátil. Él no sabía que yo le estaba grabando con el micrófono e hice un loop, procesé los sonidos y le dije: «creo que tenemos algo». Fue bastante improvisado, aunque él definitivamente tenía las estructura vocal y letras muy claras. Me encanta cómo quedan las voces de Rachel y Neil en esa canción, es como un poco andrógina. Es de mis favoritas.
«Neil busca escribir algo que recuerde a un amigo, a la familia, a este momento increíble… Cuando se escuche dentro de años, el disco a mucha gente le recordará al verano de 2017»
¿Las letras son importantes en Slowdive? Porque a veces no se entienden (y no vienen en el vinilo)…
El disco es de diferentes cosas, lo hablé con Neil en Berlín durante la promoción. ‘Slomo’ dice algo sobre un naufragio. Es sobre donde él vive, pero de un modo abstracto. Tenemos mucha conexión con California y el oeste de América y eso está en su cabeza. Me gusta el hecho de que las letras sean abiertas, porque así las puedes interpretar. Él no se sienta y dice «voy a escribir algo sobre Donald Trump». Quiere escribir algo que recuerde a un amigo, a la familia, a este momento increíble… Cuando se escuche dentro de años, el disco a mucha gente le recordará al verano 2017. Neil hace esto de las letras abiertas de manera deliberada.
Te preguntaba porque el sello me mandó vuestras letras ipso facto al confirmarse esta entrevista… me dio la sensación de que sin las letras no iba a entender este disco.
Son sugerencias… no queremos que se saquen de contexto… Es como cuando escuchas un disco en iTunes y son solo piezas… El disco tiene que sonar de principio a fin, deberías oírlo en vinilo, con su cara A, su cara B, tu estribillo favorito… Las letras van de cosas muy distintas y Neil tiende a ser un poco vago, poco preciso con ellas. También las voces son otro instrumento más en cuanto a cómo las tratamos en el estudio.
«No nos interesan las categorías o el indie. La banda va de buena música y grandes canciones»
La última canción, de la que hablamos, también me recuerda un poco a cómo termina el último disco de Radiohead, no sé si es un cumplido, pero estaba pensando si este disco podría salir del nicho shoegaze, y alcanzar un público un poco más universal.
No escribimos un disco de shoegaze. Solo hacemos música. Hay canciones con un piano y un portátil, haciendo armonías, así que no nos interesan las categorías o el indie, pero es una buena pregunta. Escuchamos el disco y al final, creo que puede gustar a todo el mundo. Tenemos público muy adolescente, y gente de 50 o 60 años. Queremos llegar a todo el mundo, si les gusta la música. Hay melodías muy fuertes, que podrían ser tocadas con la guitarra y versionadas por Katy Perry. ¿A quién le importa la moda o lo que sea? La banda va de buena música y grandes canciones.
¿Te gusta la música pop?
¡Me gusta la música pop! Tengo una hija que escucha mucho pop, y creo que hay producción muy interesante a día de hoy, como el disco de Frank Ocean. El R&B no es lo mío, pero todo el disco es como un sueño… me gusta mucho. Si eso es pop, ya no lo sé. En el disco de Taylor Swift hay una que dice «do you remember me» que me encanta, nos gustan cosas como Abba, Rachel tiene probablemente muchos discos de Duran Duran y Spandau Ballet, Nick es fan de Depeche Mode, que es muy pop para mí, su primer material. Y somos muy fans de Radiohead. Si la música es buena es buena, da igual que sea underground o overground, ¿a quién le importa?
«El R&B no es lo mío, pero todo el disco de Frank Ocean es como un sueño… me gusta mucho»
Tras estos 20 años seguís compartiendo gustos, opiniones políticas, etc?
Sí, si no tuviéramos tanto en común, no habríamos hecho este disco. Somos como una segunda familia, y eso que todos tenemos nuestra propia familia. Al principio estábamos muy aburridos de escuchar a Wham! por todas partes y a Madonna por todas partes. Descubrimos a The Cure, nos hicimos fans de los primeros Pink Floyd, el primer Syd Barrett, la psicodelica californiana, teníamos muchas cosas en común. Políticamente no tenemos… (piensa) Hablamos de ello todo el rato entre nosotros, pero preferimos mantener eso fuera del estudio, aunque somos conscientes de los tiempos oscuros que vivimos. Somos muy buenos amigos y disfrutamos de nuestra compañía. Seguro que Rachel está escuchando a Duran Duran con los cascos y yo estoy con Motorhead mientras tanto (risas).
¿Cuál es tu disco favorito de Mojave 3 o de Neil en solitario?
El debut de Mojave 3 (NdE: y por cierto me enseña a pronunciarlo adecuadamente) es muy bueno, Neil es muy buen autor y su último disco solo… ¿cómo se llamaba? ‘Palindrome Hunches’, sí, está muy influido por Nick Drake y hay canciones muy chulas ahí.