Luego Nahúm explicó con detalle (con un esquema visual que se ha hecho viral) que la clave está en que la entrada de la percusión de la canción en su primer estribillo, cuando Luis Fonsi desgrana lentamente los sonidos «des», «pa» y «cito», tiene una leve parada que no encaja en el patrón previsto del ritmo y eso, al parecer, tiene un efecto adictivo. «El tema rompe el ritmo en la parada y no entra de nuevo en el tiempo 1 del siguiente compás. Entra en un punto random». Para demostrarlo, además ha elaborado dos versiones de ese fragmento
: una, con la percusión entrando en el momento predecible; y otra, con un cencerro marcando el tempo en contraste con la versión original. Efectivamente, la entrada del ritmo parece absolutamente aleatoria. Un recurso que, además, Fonsi y su equipo solo han empleado en el primer estribillo: «una vez hecho el gancho, repetirlo en los siguientes quedaría demasiado redundante y sería más evidente: no es necesario». ¿Cómo os quedáis?