El sábado terminaba la edición 2017 de Bilbao BBK Live con 112.114 asistencias sumando los tres días, destacando el sold-out de 40.000 personas del viernes, jornada en la que actuaban The Killers. El jueves con Depeche Mode acudían 35.714 personas, mientras que el sábado, normalmente día en que un mayor número de personas suele ir a un festival por razones evidentes, se llegaba a las 36.400 asistencias, ya sin un cabeza de cartel destacado, pero sí con grandes conciertos. El primero que vimos fue el de Brian Wilson, el que fue el líder de la banda The Beach Boys. Con un Escenario Bilbao más vacío de lo que cabría esperar, comenzó su concierto. Wilson, que hubo de ser acompañado a sentarse en el centro del escenario frente a un teclado y un micro, vino acompañado de un gran número de músicos y Al Jardine (fundador de The Beach Boys) y su hijo que cantaban con él algunas canciones. Demasiado mayor parecía encontrarse Brian, a sus 75 años, como para afinar todas las notas, como por ejemplo cuando cantó ‘God Only Knows’, que en sus propias palabras es la mejor canción que ha escrito nunca. ‘California Girls’ o ‘Wouldn’t It Be Nice’ (con la que comenzaba ‘Pet Sounds’) nos transportaron a las costas californianas con sus melodías buenrolleras. Pese a que fue un espectáculo que estuvo muy lejos de la perfección, escuchar las canciones del maravilloso disco ‘Pet Sounds’ mereció la pena, si bien es cierto que al final lo menos destacable fue el propio Brian Wilson. El número de público se mantuvo, no llegando ni siquiera a llenarse el espacio hasta la torre de sonido. Pero pese a que fue un concierto tranquilo, la gente que decidió asistir sí parecía disfrutar con la música histórica que ha creado el artista. Foto Brian Wilson: Rock in Focus para el festival.
Los sudafricanos Die Antwoord llegaron a Bilbao con su zef dispuestos a hacer de su concierto una gran fiesta. Con su particular e inconfundible estilo y apoyados de un espectáculo visual donde se proyectaban vídeos musicales, muñecos con penes enormes bailando o pastillas de colores lograron crear un show memorable. Antes de que aparecieran Ninja, Yolandi y DJ Hi-Tek, se podía leer en el escenario la palabra «Play» parpadeante y en diferentes colores. Tras unos minutos de espera, salieron por fin Die Antwoord abriendo con ‘We Have Candy’, de su último disco ‘Mount Ninji and The Nice Time Kid‘. El setlist ha variado bastante, incluyendo muchas canciones nuevas como ‘Love Drug’, ‘I Don’t Care’, ‘Daddy’ o ‘Banana Brain’. Se echó de menos la ausencia de ‘Wat Kyk Jy’, uno de los temazos de su primer disco ‘$O$’, que antes sí solían incluir en sus conciertos. Sí sonaron y con mucha fuerza ‘I Fink U Freeky’, ‘Baby’s on Fire’ y para terminar ‘Enter the Ninja’.
Al terminar, se proyectaron dos palabras: «Game Over». Con todo, un gran concierto de una banda única, que sorprende que hayan hecho de la más absoluta excentricidad un éxito. Viva el zef. Foto Die Antwoord: Tom Hagen para el festival
Two Door Cinema Club también en el Escenario Bilbao presentaron su tercer álbum. Sonaron mejor que en otras ocasiones, con energía y fuerza, alternando algunos de sus grandes éxitos con canciones de su último trabajo. Es cierto que todavía no están al nivel de ser unos cabezas de cartel potentes, como parecen situarse últimamente en algunas cartelerías, pero la gran cantidad de fans que tienen les adoran. El público estaba entregadísimo y haciendo pogos desde la primera canción ‘Cigarettes in the Theatre’ y no terminaron hasta que acabó el concierto. El mejor momento llegó al final y acompañado de una fuerte lluvia cuando sonó ‘What You Know’, el tema más conocido de la banda y todo un himno ya del pop indie de los últimos años.
Una vez terminado el festival, toca hablar del glamping donde nos hemos alojado, que forma parte del camping del BBK pero ofrece la comodidad de no ir cargado con tiendas de campaña. Hay diferentes tipos de tiendas donde alojarse, como las easy tent (las básicas) o las deluxe individuales y las deluxe para 4-5 personas que incluyen desayuno y camas (con edredón, sábanas, almohadas, etc.). El único inconveniente es que en la zona del glamping no había baños, sino que tenías que ir a los del camping normal, que estaban lejos. Por lo demás, una buena y muy cómoda forma de ir de festival sin perderse el ambiente del camping.