Mala Rodríguez, a punto de eclipsar el gran día de Red Hot Chili Peppers en el FIB

El gran reclamo del Festival de Benicàssim este año eran sin duda los Red Hot Chili Peppers, el grupo que ha provocado que se agotaran las entradas de un día -este sábado- como hacía tiempo que no pasaba en el FIB. La banda de Anthony Kiedis no ha estado a la altura, sobre todo por una cuestión de volumen. Había gente para verlos no solo dentro del recinto sino fuera, en la montaña, en el puente que da acceso al FIB en la carretera de Castellón, etcétera. Y sin embargo no han sabido llegar en cuanto a potencia hasta donde sí han llegado en otras ediciones Queens of the Stone Age o Arctic Monkeys.

El montaje, en cambio, sí ha sido bastante notable, con varias pantallas en forma de círculo mostrando lo que hacía cada miembro del grupo. Ha habido varios momentos de protagonismo para Flea y para Chad Smith, y sí ha brillado un repertorio casi sobresaliente en el que han ido apareciendo ‘Around the World’, ‘Dark Necessities’, una versión de los Stooges, ‘Californication’, ‘Under the Bridge’ o ‘By the Way’. En el bis no ha faltado la generacional ‘Give It Away’, pero sí ‘Otherside’. Sí, los Red Hot se han ido del FIB sin tocar ‘Otherside’. Un buen concierto, aunque lejos de la bomba esperada tras el anuncio del cartel. Red Hot Chili Peppers, cabeza de cartel del Festival de Benicàssim. En serio, ha pasado.

Más discreta en la cartelería del festival, pero mucho más apoteósica de lo que parecía sobre el papel fue Mala Rodríguez. Con un DJ y cuatro performers como cuerpo de baile, la rapera hizo un show de 10 sobre 10, interpretando hitazos como ‘Caja de madera’, ‘Déjame entrar’, ‘La niña’, ‘Tengo un trato’, ‘Quien manda’, ‘Nanai’, etcétera. Aparte de permitirse el lujo de hacer un bis, La Mala llamó toda la atención con unas ametralladoras de agua que sacó durante el número de ‘Mátale’, pero sobre todo con su actitud, en todo momento imponente. ¿Por qué no sacará más discos y actuará en festivales más a menudo? ¿De verdad tiene La Mala menos bolos que otra gente? Esperemos que sea por decisión propia.

A continuación, el show de Liam Gallagher estuvo lastrado, como el de los Red Hot o el de Los Planetas el día anterior, por el bajo volumen. No tienen mala pinta algunas de sus canciones nuevas -las que no son las que ya conocemos, ‘Wall of Glass’ y ‘Chinatown’-, pero ni ‘Morning Glory’ hacia el principio, ni la sobresaliente ‘Slide Away’ en la mitad ni ‘Wonderwall’ en acústico en último lugar, lograron sonar a la altura. ¿Y ‘D’You Know What I Mean’ y ‘Be Here Now’ eran necesarias? ¿Es por el 20º aniversario del tercer disco de Oasis? ¿De verdad merece el tercer disco de Oasis una celebración que no sea privada? ¿No habría sido mejor ‘Champagne Supernova’?

Quienes sí sonaron espectacularmente bien fueron Surfin Bichos, que tocaban a eso de las diez de la noche en el Escenario Visa. El grupo de Fernando Alfaro fue todo energía durante la interpretación de canciones como ‘Fuerte’ y sobre todo la vibrante ‘Mi hermano carnal’. Únicamente habrían merecido algo más de público, aunque el millar de personas que había no podía estar más atento ni pendiente. Mura Masa actuaba en el mismo lugar a eso de la una de la madrugada, muy pocas horas después de haber estrenado su disco de debut. Su show tuvo tintes tropicales pero tanto productor como temazos quedaban en segundo plano debido al protagonismo de la cantante que llevaba. Sobreexcitada y energética saludando constantemente al Festival de Benicàssim, llegó a hacernos olvidar que estábamos viendo un concierto de alguien llamado Mura Masa.

Marika Hackman tocaba por la tarde en formato cuarteto ofreciendo un muy buen set de tintes indie rock muy apto para los lectores de Pitchfork. Se vio a Marika un tanto seria -casi agobiada en su perfeccionismo- pero muy agradecida con su público, lo único que pudo tener en común con Lao Ra, que tocaba casi a la vez como contraste en su antagonismo: un tremendo fiestón latino de ecos tropicales y reggaetón que un par de cientos de personas celebraron en el Escenario South Beach a tope. A última hora de la noche se vio en la carpa Razzmatazz el set de Cascales, en el que sonaron Bruno Mars, Destiny’s Child y The Weeknd, mientras Arturo Panigua decidía cerrar su ultra multitudinario set en el Escenario Visa con ‘Green Light’ de Lorde y ‘Dancing On My Own’ de Robyn.

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Publicado por
Sebas E. Alonso