Ross, que al parecer es un saco de testosterona y no puede mantener la polla quieta, ni siquiera en un entorno laboral, ha insistido en que si terminara en la cama con una rapera a la que ha fichado en su sello, “jodería el negocio”, por lo que evidentemente ha de evitar dar trabajo a alguna de ellas. “Tengo que ser honesto contigo, si la rapera está buena, y me gasto un montón de pasta en sus sesiones de fotos, por lo menos un par de veces me la tengo que follar”.
El rapero recibió críticas en 2013 por la publicación de una canción, ‘U.O.E.N.O’, que incluía la frase “mete éxtasis en en su champán, y que ni se entere, me la llevo a casa y me la disfruto, y que ni se entere”. Cerca de 1.300 personas llegaron a firmar una campaña de Change para que Ross se disculpara por “glorificar la violación”, algo que Ross hizo a su manera, explicando que se trataba de un “malentendido” porque la canción no menciona la palabra “violación”. Desde luego, un experto en cubrirse de gloria.