Música

Low Festival 2017 (viernes): triunfo en todos los frentes

En un verano repleto de festivales en los que, frecuentemente, los mismos grupos suelen formar parte del cartel, es una bendición comprobar que el Low Festival de Benidorm llena su recinto año tras año, solidificándose más y más con cada edición. Sin duda, su mayor baza para la primera jornada era la única fecha que los Pixies tenían programada para nuestro país en 2017, pero se vieron llenazos en prácticamente todos los conciertos, ya fueran grandes, pequeños o medianos.

Por las vicisitudes de atascos varios a la salida de Madrid, lo primero que llegamos a ver fue Corizonas en el escenario Matusalem. Con la tontería, ya pasa más de un lustro de la fructífera colaboración entre Javier Vielba, Fernando Pardo y compañía, quienes renovaron votos el pasado año con un nuevo LP, ‘Nueva Dimensión Vital’, con cambio de idioma incluido. Con una maquinaria tan bien engrasada, aplicando garra a cada tema, Vielba tuvo un trabajo fácil como frontman en temas ‘Run To The River’ o ‘Piangi Con Me’: con poco que hacía para invitar a participar al público, la respuesta era inmediata, ante lo cual la banda quedó muy agradecida. Tras ellos, Dorian pudieron comprobar en el escenario Estrella Damm que, pese a llevar cuatro años sin sacar disco nuevo, consiguen llenar todos los aforos en lo que es un idilio constante con sus seguidores. Nada nuevo bajo el sol, cierto, pero siempre apetece dejarse llevar por la emoción que transmiten temas como ‘Tristeza’, ‘Verte Amanecer’, ‘La Mañana Herida’ o, cómo no, ‘Cualquier Otra Parte’. Veremos qué les depara el futuro, pero les sigue funcionando tirar del pasado.

La carrera de Luis Alberto Segura como L.A. sigue viento en popa con ‘King Of Beasts’, un nuevo trabajo que vio la luz en abril y qué mejor lugar para mostrar sus temas más recientes que en el Low, festival con el que el mallorquín tiene una conexión especial (el año pasado, por ejemplo, salió un EP en directo, ‘Live At Low Festival’). Siempre con grandes estribillos en mente, la trayectoria de su música avanza a terrenos que abrazan cada vez más el rock de estadio, dejando a un lado la faceta más americana que exploró en discos como ‘Dualize’. Su repertorio en esta edición del Low estaba bien diseñado, entre la potencia de ‘Perfect Combination’, la coreable ‘Where The Angels Go’ y el romanticismo de una ‘Stop The Clocks’ desnuda, solo con guitarra acústica. Cuando todo está tan bien estructurado con la intención de meterse al público en el bolsillo, a veces se echa un poco de menos algo de espontaneidad, pero aún con todo cuesta resistirse ante grandes temas con grandes melodías.

La mayor parte de las bandas que actuaron el viernes tenían al respetable siempre en mente, pensando en cómo ofrecer lo mejor de sí mismos para agradar. Con Frank Black y sus Pixies, nunca ha sido así ni lo será, lo tomas o lo dejas. Al ser la única oportunidad que íbamos a tener de verles presentar ‘Head Carrier’ en España, el llenazo fue absoluto, y los de Massachusetts demostraron que siguen en forma, ahora con Paz Lenchantin (A Perfect Circle, Zwan) intentando, con bastante buen tino, llenar los zapatos de Kim Deal, a quien es imposible no echar de menos. Su concierto fue una retahíla de hits, sí, pero al modo de Black, es decir, sin concesiones. Ejemplo: propios y ajenos esperaban la llegada de ‘Where Is My Mind’ y llegó, pero cantada de manera distinta, lo cual no impidió los consabidos coros de un público encantado con lo que fuera a suceder. No faltaron clásicos como ‘Monkey Gone To Heaven’, ‘Velouria’, ‘Gouge Away’ o ‘Isla De Encanta’, siempre infalibles. Pese a tener dos nuevos trabajos desde su reunión, pocas novedades hubo en el repertorio, como ‘Classic Masher’, de su último álbum. El final de la actuación fue otra muestra más de que hacen lo que quieren: podrían haber tenido un detalle con la organización del festival, quien tiene el hashtag #giganticlow publicado por todas partes y haber tocado ‘Gigantic’, pero no, por supuesto que no. En vez de eso hicieron un falso final con una extraña y alargada versión de ‘Ed Is Dead’ para esconderse en una cortina de humo y reaparecer para, ahora sí, terminar con ‘Into The White’, una cara B. Genios y figuras.

En la madrugada había ofertas para todos los gustos, entre la psicodelia africana de Golden Dawn Arkestra y la electrónica funk de Roosevelt, por mencionar a dos artistas, pero muchos se acabaron decantando por tirar de territorio nacional y asistir al concierto de La Casa Azul. Una mirada desde las gradas del escenario Estrella Damm hacía dudar sobre qué concierto había congregado a más gente en la noche del viernes. Me atrevería a decir que hubo empate técnico entre Pixies y el proyecto de Guille Milkyway, lo cual es de celebrar. Como acostumbra el barcelonés, la puesta en escena fue muy cuidada, impecable, con proyecciones para cada tema y cada vez más instrumentos en directo (batería y un segundo guitarrista). La fiesta fue total, desde los momentos más enérgicos con ‘Podría Ser Peor’, ‘Chicle Cosmos’ o la punki ‘Hoy me has dicho hola por primera vez’ hasta la calma chicha del momento piano bar en el que desnudó ‘Como Un Fan’. Hubo algún problema técnico que Guille supo capear con honestos agradecimientos tanto al público como a su equipo. Rematando con ‘La Revolución Sexual’, Milkyway dejó claro que nadie le puede pisar en su terreno.

Ya habíamos bailando suficiente y pensábamos que no quedaban fuerzas, pero por suerte llegaron !!! (Chk Chk Chk) para que sacáramos todo lo que quedaba. Nic Offer es de los frontmans más divertidos que hay y eso ayuda a animar hasta al que menos le importara la actuación de los neoyorquinos, quienes llevan años con un ritmo en mente y por tanto lo dominan como nadie. Quien no bailó o al menos se meneó un poquito con ‘Pardon My Freedom’, ‘Must Be The Moon’ o ‘Dancing Is The Best Revenge’ es que no es de este planeta.

Fotos: Javier Rosa

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Publicado por
Miguel Sánchez