Lo cierto es que, aunque sea solo un detalle personal, esa mezcla define en buena medida su iconoclasta color de voz, áspera o aterciopelada a placer, con rasgos propios de una diva blues o soul. Basta un vistazo a las interpretaciones en directo de Albin que pueblan Youtube para certificar por qué el mismísimo Tony Visconti, cuando le entregó en 2016 el premio Anchor como talento emergente, dijo “algo está emanando de su corazón y de su alma cuando canta.”
El pasado año Meldau publicaba su primer EP, ‘Lovers’, que incluía una canción tan arrebatadora y sencilla como ‘Lou Lou’, blues doliente que supera los 17 millones de streamings solo en Spotify. Días atrás se ha lanzado su esperada continuación, ‘Bloodshot’, cinco nuevas canciones comandadas por la titular que vuelven a poner en contraste el ascendente negro de su voz sobre una pátina relativamente contemporánea. El tiempo dirá si las canciones de Meldau obtienen el respaldo comercial al que apuntan o si, por contra, se quedan en una delicatessen solo para los más avezados. Aunque, viendo las perdurabilidad de los artistas descritos en el primer párrafo, ¿qué sería más deseable?