El primero de ellos (tras debutar en 1966 con ‘Eggshells’) fue ‘La Matanza de Texas’ de 1974, una película que se financió con un presupuesto mínimo y que, con su violencia delirante y como precedente del cine gore, no solo fue un enorme éxito de taquilla sino que también cambió las reglas del género de terror. Hooper también dirigió su primera secuela, la de 1986, introduciendo un tono más cómico. Antes, en 1979, dirigió la adaptación televisiva de la novela de Stephen King ‘El misterio de Salem’s Lot’, que también tuvo gran repercusión y para muchos supuso una nueva manera de hacer televisión.
Los años 80 comenzaron con otra película para los anales del cine: la célebre ‘Poltergeist’, película sobre sucesos paranormales que marcó a una generación y también inauguró todo un género que a día de hoy continúa siendo explotado por la industria. Sin embargo, pese a esos éxitos, él permaneció situándose en los márgenes de la Serie-B con películas como ‘Invasores de Marte’, ‘Combustión espontánea’, ’Body Bags’ o ‘Cocodrilo’. También cabe recordar que dirigió uno de los clips más recordados de los años 80, el de ‘Dancing With myself’ de Billy Idol. Pese a parmanecer en ese segundo plano de la industria, Hooper será recordado por siempre como uno de los más ingeniosos y delirantes creadores del género de terror y fantasía.