Tan pop, de hecho, que uno de sus ejemplos más brillantes, la canción que hoy nos ocupa, cumple totalmente los requisitos de un artefacto programado para el éxito: el grupo californiano de garage The Electric Prunes había fichado por Reprise a principios de 1966 y sacado un primer single sin gran éxito. Para mediados de año, el sello ya había echado mano de la compositora Annette Tucker, que formando equipo con Nancie Mantz escribió ‘I Had Too Much to Dream (Last Night)’ para ellos. Grabado en otoño, el single se lanzó en noviembre de 1966 con gran éxito (número 11 en la lista del Billboard), algo comprensible teniendo en cuenta su espectacular sonido: estrofas a base de guitarras con fuzz, dramáticos vibratos y voz envuelta en eco, pero todo ello sin ningún tipo de percusión, creando un ambiente fantasmagórico en el que la tensión crece hasta que desemboca en un inmediato estribillo de contundentes baterías reverbcore y una guitarra grabada al revés que le acaba de dar su sonido distintivo.
Elementos sonoros todos ellos que marcarían muchas de las características futuras del pop psicodélico. Algunos no totalmente originales (la guitarra en reverso ya había aparecido meses antes en el ‘Revolver’ de los Beatles), pero influyentes igualmente: la profusión de efectos de guitarra no haría sino aumentar en cantidad de hits psych
a partir de 1967. Por supuesto, la melodía de la canción es otra de las claves de su éxito: un hallazgo tan brillante y pegadizo que misteriosamente aparece en otro hit lanzado también a finales del 66, la magnífica ‘Summer Wine’ de Lee Hazlewood y Nancy Sinatra. Los compositores dicen a veces que las melodías están flotando en el aire y que ellos sólo las recogen. Quizá esa sea la razón de esa coincidencia, en la que ninguna de las partes reclamó nunca el supuesto plagio.La temática de la letra es de corte amoroso (el cantante se despierta en medio de la noche tras haber soñado con su chica, que le había dejado), pero las imágenes de confusión nocturna y bajón ante la realidad (“The room was empty as I staggered from my bed / I could not bear the image racing through my head”) combinadas con el ácido sonido de la canción la sitúan de pleno en la estética psicodélica: para 1967 –el año en el que el LSD se volvió popular– la etiqueta “psicodélico” ya habría sido acuñada por la prensa musical y el público entendido vería en casi cualquier verso una referencia velada a las drogas.
Por eso no es casualidad que ‘I had Too Much to Dream (Last Night)’ fuera la canción elegida por Lenny Kaye para abrir su legendaria recopilación ‘Nuggets: Original Artyfacts from the First Psychedelic Era, 1965–1968’, que tanto influiría a la siguiente generación de punks: el garage punk de los 60 marcando el camino del punk rock de los 70. Hace unas semanas encontré una copia de este sencillo pero en su reedición inglesa de 1979, y la portada era una fascinante reinvención de estética totalmente punk/new wave. Que curiosamente le encajaba como un guante a una canción grabada 13 años antes.
‘I Had Too Much to Dream (Last Night)’ suena en el nuevo Popcasting de Jaime Cristóbal, ya disponible en este enlace.