Música

Bejo / Hipi Hapa Vacilanduki

Es bastante posible que al fan medio de Bejo le de un poco igual que haya reunido los temas que ha ido presentando en su canal de Youtube desde algo más de un año hasta ahora en un disco (atención a su próxima edición en pene-drive –sic–). Si solo en Youtube canciones como ‘Mucho’ (¡más de 7 millones de visualizaciones!), ‘Poco’, ‘El puto amo de casa’ o ‘Sílaba Tónica R.I.P.’ cuentan sus visualizaciones por millones literalmente –en este punto, sin duda hay que aplaudir la delirante imaginación de su director de cabecera, Cachi Richi–, ¿qué sentido tiene este ‘Hipi Hapa Vacilanduki’?

Lo cierto es que, además de la propia satisfacción del artista, parece que, por más que la era del streaming haya cambiado los hábitos de consumo, el álbum sigue importando a un sector del público que aún da importancia al formato LP. Es decir, al público nacido en las dos o tres últimas décadas del siglo XX. Y esto, al final, evidencia la conexión del estilo de Bejo con un espectro muy amplio, que abarca a los chavales para los que el G-Funk de Snoop Dogg es tan old-skool como lo era para mi generación el rap primigenio de The Sugarhill Gang, como para los que crecimos viendo vídeos de Run DMC, De La Soul o DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince en programas musicales de TV –esto existió, lo juro– y alucinamos al descubrir que Mucho Muchacho podía hacer un hip hop tan bueno como el que llegaba de USA. Por supuesto, estos nombres no están citados al azar: todos ellos tienen, en cierto modo, eco en el rap de Bejo.

Como él mismo reconoce en ‘Bejismo’, “parece lo mismo pero en verdad es distinto / no te lo descarto pero no te lo confirmo”. Es decir, los sonidos que pueblan ‘Hipi Hapa Vacilanduki’ no son desde luego nada inédito, pero en sus manos todo suena fresquísimo y excitante. En esto sin duda tiene mucho que ver el peculiar flow de Borja Jiménez, que convierte en oro puro su deje canario, su chulería, su estética. Con él marca distancias tanto de la escena trap como de la vieja guardia del hip hop (“yo sí soy mucho, pero no el Muchacho”), cabalgando al trote sobre un descacharrante sentido del humor que alterna la gracieta infantil con el refranero popular para desarmar toda la severidad y peligrosidad de postal que gasta la escena nacional –aunque algún ramalazo sexista afea varios versos–.

Estamos ante un MC burbujeante que, por más que acabe resultando algo reiterativo –no es fácil afrontar un álbum completo sin más colaboraciones que las intros y outros de su álter-ego Agapito Granuja–, brilla por su musicalidad y rima como un demonio en ‘Mango’, ‘Amigos desconocidos’, ‘Pasión de pardelas’ o ‘Bejismo’, grandes momentos de este “maqueto”, como él lo llama. Sin duda, domina la situación ante buenas y elegantes bases creadas para él por productores tan variopintos como Horror Vacui, Nico Miseria, Choclock y Ellegas (Broke Niños Make Pesos) o su hermano Don Patricio (Loco Playa), si bien deja una sensación de que está instalado en un único esquema sonoro. Por eso, aunque parezca ser el inicio de algo, ‘Hipi Hapa Vacilanduki’ en realidad debería ser un pasar de página hacia el siguiente nivel hacia un camino alejado del espíritu amateur porque tiene potencial para más. Su novísimo single, ‘El ventilador’ (con Beauty Brain), podría ser una pista de hacia dónde podría tirar.

Calificación: 7,1/10
Lo mejor: ‘Mucho’, ‘Mango’, ‘Amigos desconocidos’, ‘8=D’, ‘Pasión de pardelas’
Te gustará si te gustan: Rels B o 7 Notas 7 Colores
Escúchalo: Spotify, Youtube

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Raúl Guillén
Tags: bejo