La descripción del secuestro y posterior violación de la mujer en los documentos da escalofríos. La mujer describe que ella y una amiga se encontraban hablando con el miembro de otro grupo al concluir el concierto de Decapitated cuando estos las invitaron tomar unas copas en su autocar. Tras unas risas, la mujer asegura que el batería Michał Łysejko le agarró los pechos, tras lo cual el “rollo” del encuentro cambió y los integrantes del grupo empezaron a hablar en polaco entre ellos y a mirarlas “como si fueran presa”. Decididas a abandonar el autocar, la mujer relata que se retiró un momento al cuarto de baño y fue entonces interceptada por uno de los integrantes del grupo, que empezó a besarla y desabrocharle el cinturón, al tiempo que le decía que su amiga se “había ido” y que “tenía que divertirse”.
Según detalla la mujer, la escena en el autocar entonces pasó a ser una violación en grupo, con el resto de integrantes de Decapitated “turnándose” para violar a la mujer. Esta asegura que mientras era violada, los miembros de Decapitated empujaron a su amiga al suelo por negarse a practicar sexo oral a uno de ellos y que sufrió heridas y golpes. La mujer describe que durante la violación “apretaba fuerte la pared con un puño para intentar distraerse de lo que estaba ocurriendo”. Al salir del autocar, la mujer y su compañera denunciaron lo ocurrido y acudieron al hospital, donde la primera mostró “importantes heridas en los brazos producto de haber sido forzada” y “pequeñas raspaduras en las rodillas que hicieron costra”.
Cuestionados por lo sucedido, Łysejko ha afirmado a los agentes no conocer a las chicas y ha solicitado un traductor para declarar, mientras el guitarrista Wacław Kiełtyka ha confirmado que vio a varios miembros del grupo practicar sexo con ellas y ha accedido a entregar una muestra de su ADN como prueba. El cantante Rafał Piotrowski ha corroborado que “había una fiesta en el bus y que ambas mujeres estaban presentes” y como Łysejko ha solicitado un traductor. Por su parte, el bajista Hubert Więcek también ha reconocido la presencia de las mujeres en el bus, pero ha dicho que no vio nada de lo descrito pues se encontraba “sentado en un sofá”. El abogado del grupo ha afirmado que este “pretende rebatir los hechos de los que se les acusa y están convencidos de que su versión de los hechos será escuchada”.