Música

Maldita Nerea / Bailarina

En un mundo en el que los singles de 6 minutos y letras intrincadas de Love of Lesbian son top 20 en Los 40 Principales, y en el que una generación de nuevos artistas, empapados de ritmos urban y letras callejeras acumula cientos de miles de reproducciones en Youtube, parece un poco anacrónico ponerse a oír a Maldita Nerea. Pero el grupo de Jorge Ruiz resiste la embestida probablemente porque al fin y al cabo quizá tiene algún que otro fan en común con los Izales, los Supersubmarinas y demás troupe indiemainstream. Este es también el mundo en el que Dani Martín e Iván Ferreiro se quieren tanto como para comerse los morros sobre el escenario del Dcode, y su música no está tan lejos de esto.

El nuevo disco de Maldita Nerea, ‘Bailarina’, habría agradecido alguna reinvención como la del último disco de Miss Caffeina. Pese a algún teclado por aquí y una guitarra folkie por allá, el proyecto nunca se aleja demasiado de las sonoridades y los trucos de los Hombres G más baladistas, sus a la postre compañeros de macroconcierto El Canto del Loco y en alguna ocasión, y ahora que vuelven, los Modestia Aparte más desenfadados. Se supone que ‘Bailarina’ es un disco que quiere dejar un mensaje positivo («no canto desde la pena ni desde la ausencia», indica Jorge en una entrevista), en el que el artista saca «a bailar el lado femenino». Pero lo que percibimos es una sucesión de canciones de amor y desamor (con alguna excepción como ‘Despídeme’, sobre un embarazo fallido) que no se complican demasiado la vida.

La buena noticia es que el disco tiene ases en la manga tras los decepcionantes singles. ‘Bailarina’ tiene un buen chorreo de streamings en las plataformas pertinentes, pero lo forzado de su melodía y lo mal que casa su estrofa con su estribillo nos hacen preguntarnos seriamente quién -después de lo de Marta Sánchez- selecciona las canciones de la Vuelta Ciclista. Por su parte, ‘Cuando todas las historias se acaban’, con Leire Martínez, no es precisamente la melodía más cristalina a la que se ha enfrentado en su carrera la vocalista de La Oreja de Van Gogh.

Por suerte, la medio rockera ‘Desde las nubes’ reconduce un poco la cosa, incluso antes de que el disco se vaya entregando al country pop, gracias a lo cual el rancio pop-rock de radiofórmula deja de sonar añejo para resultar atemporal. Especialmente el silbidillo de algo que han decidido llamar ‘Calcetines’ (en serio, ‘Calcetines’, en concreto un tema sobre la educación infantil) resulta contagioso. Aunque en esos momentos Maldita Nerea se parecen bastante más a Shania Twain y a The Corrs que a Lucinda Williams o a Dolly Parton (tampoco se parecen a Mumford & Sons o Morat, al menos oportunistas no han sido), es un estilo que les sienta bien, en el que parecen más cómodos que en el de ‘Bailarina’. ‘Me pesan las alas’ o ‘Siempre estaré ahí’, pese a lo almibarado de unos textos que te hacen cuestionarte qué autores inspirarán sus letras y de qué siglo son, parecen pistas que podrían durar bastante tiempo en su setlist, coreadas por sus seguidores.

Tato Latorre y Sebastián Krys coproducen y el ex Nena Daconte Kim Fanlo al mando una de las canciones de este disco son las personas detrás de un disco que no supone un paso adelante en la carrera de Maldita Nerea, pero que tampoco va a borrarles del mapa.

Calificación: 4,8/10
Lo mejor: ‘Me pesan las alas’, ‘Desde las nubes’, ‘Calcetines’
Te gustará si te gusta: El Canto del Loco, Hombres G, Modestia Aparte, La Frontera
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Sebas E. Alonso