Y otros cuatro han pasado hasta llegar al debut oficial de Kelela, ‘Take Me Apart’ –notable EP de por medio que sin duda ha marcado firmemente la pauta para la dirección de este disco-. La estadounidense de origen etíope se ha saltado todos los pasos que conllevan empezar en la música demasiado joven, como dar tumbos de sello en sello como una loca por no tener un estilo claro o sacar discos reguleros, y ella jamás podrá avergonzarse de sus dos primeros trabajos como sí le ocurría a su gran ídolo Janet Jackson, a quien tanto recuerda en este álbum, en canciones tan sensuales e inmediatas como ‘LMK’ o ‘Waitin’ (que ha sido canción del día) o en en el sofocante medio tiempo que abre, ‘Frontline’.
Para ‘Take Me Apart’, Kelela ha contado con productores amigos, gente tan ligada a la electrónica avanzada como Jam City, Bok Bok (quienes ya trabajaron en ‘CUT 4 ME’), Mocky o Arca, quien produce junto a Ariel Rechtshaid la mística y deslumbrante ‘Onanon’, en palabras de Kelela una fusión de Björk, ‘Frozen’ de Madonna y Evanescence. Sin embargo, el alma de ‘Take Me Apart’ es R&B desde el hecho que el álbum narra los diferentes estados de una ruptura y en el disco se percibe a Kelela a los mandos de la dirección en todo momento, incluso cuando la producción se la lleva a ella literalmente por delante, como en el estribillo del tema titular o en la opresiva ‘Enough’, o cuando parece que intenta sobrepasarle, como en la imponente ‘Blue Light’.
La diferencia clara de ‘Take Me Apart’ con ‘CUT 4 ME’ es que las producciones ya no ensombrecen a Kelela, en primer lugar porque las canciones están mejor escritas, y en segundo porque estas presentan un sonido más contenido, perfecto para que ella brille. Por eso la cantante se permite en el álbum varias baladas de sonido minimalista, entre las que destacan la flotante ‘Better’, una preciosidad que podría recordar a la Janet de ‘Again’; el quiet storm cósmico de ‘Jupiter’ o el neo-soul de ‘S.O.S.’ . En todas ellas, Kelela emociona sin florituras, pero siempre sonando a futuro, en producciones marmóreas y bellísimas que se unen en perfecta sinergia con su voz.
Entre la sensualidad, la emoción pura y la vanguardia, en un disco de sonido futurista que por poco evoca el futuro distópico de ‘Blade Runner’, debido a la oscuridad y el elemento siniestro e hiper-cristalizado de sus producciones, Kelela se ha marcado un debut espectacular que coge el testigo del R&B con el que Kelela ha crecido y el de la electrónica avanzada con la que se ha profesionalizado para dar forma al disco que lleva toda la vida esperando hacer. Haya tardado cinco, diez o quince años, ¿qué importa si el resultado es así de bueno?
Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Frontline’, ‘Waitin’, ‘LMK’, ‘Onanon’, ‘Blue Light’, ’Better’
Te gustará si te gusta: dvsn, Frank Ocean, FKA twigs, Janet Jackson
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