Música

Omar Souleyman: «No pretendo enviar ningún «mensaje»: soy solo un cantante»

Omar Souleyman es uno de los escasos artistas de Medio Oriente que puede presumir de tener un gran cartel en Occidente. Con motivo de su inminente visita a Barcelona, donde actúa el próximo 18 de noviembre en la sala Razzmatazz, hablamos con él sobre su reciente álbum dedicado a su país, que vive una terrible e interminable guerra. También le preguntamos sobre cómo es interpretar estilos como el debke o el baladi ante audiencias occidentales, su relación con su sello, Mad Decent, y sobre sus trabajos junto a artistas como Björk o Four Tet. El hombre es tan parco en palabras como sincero.

Se acaba de publicar su nuevo álbum, ‘To Syria, With Love‘. Es un evidente homenaje a su país, tristemente en guerra desde hace ya más de 6 años. Pero solo la balada ‘Mawal’ suena triste o nostálgica. ¿Qué quería expresar en este álbum?
De hecho otra canción del disco, ‘Chobi’, habla del mismo tema. De añorar mejores tiempos de paz para nuestra tierra. Quería hacer un regalo para mi gente con esta música, y también, por supuesto, nuevas y mejores canciones para el resto de mi audiencia.

Imagino que es usted una gran estrella allí, en Siria, donde no reside desde 2011, según creo. ¿Ha tenido algún tipo de respuesta de sus seguidores allí? ¿Qué mensaje querría enviar a sus compatriotas?
No lo planteo de esa manera. Es muy diferente el estatus de «estrella» de donde tú vienes que de donde yo vengo. La mayor parte de la gente de mi región me apoya y se alegran de mi éxito. Pero también hay quien siente envidia, y es comprensible. No pretendo enviar ningún «mensaje»: soy solo un cantante.

Ahora que no vemos un final cercano [a la guerra], (…) el pueblo sencillamente convive con esa situación

Es terrible que, tras años de horror, aquella guerra no parezca tener un fin a corto plazo. En esa situación, ¿encuentra que la música y la poesía tiene algún sentido para la gente que sufre?
Oh, claro que sí. Durante los primeros años de la guerra la gente dejó de totalmente de celebrar y escuchar música y cosas así. Pero, ahora que no vemos un final cercano, eso ha cambiado, y el pueblo sencillamente convive con esa situación.

¿Cómo son recibidas sus canciones por las audiencias occidentales? ¿No crees que es una pena que la mayor parte de ellas puedan estar perdiéndose la poesía de sus textos?
Mi música y canciones son muy bien recibidas. Desde hace casi 10 años siempre estoy actuando en Occidente, año tras año. Y no, no creo que haya que lamentar eso, porque todos mis textos están disponibles [NdE: en inglés] en mis 3 álbumes de estudio. También incluyo las letras en todos mis videoclips oficiales. Pongo mucha atención en que mi público sepa sobre lo que les estoy cantando. Que tengan tiempo o no de leer, esa es una cuestión diferente.

Personalmente, como ciudadano mediterráneo, encuentro sorprendentes conexiones entre la música tradicional de todos los países del área del Mar Mediterráneo. ¿Qué ha encontrado en la tradición musical de otros países, como Grecia, Italia, España…, que pueda reconocer en la música de su país?


Lo siento, pero no conozco ninguna de esas músicas.

[A los occidentales] les encanta la buena música de baile y por eso siempre bailan con la mía

Por otra parte, el folclore nórdico y sajón no está tan claramente conectado con su tradición. ¿Qué cree que la gente de Norteamérica o el Norte de Europa encuentra tan cautivador de su música?
Creo que les encanta la buena música de baile y por eso siempre bailan con la mía. También, quizá, tengo unas buenas voz y personalidad sobre el escenario. Quizá.

Se hizo usted realmente famoso en Siria cantando en bodas y fiestas privadas. Aquellas actuaciones se grababan y después eran distribuidas gratuitamente de unos a otros, ¿verdad? Se dice que existen más de 500 grabaciones de aquellas. ¿Qué recuerdo guarda de aquellos días? ¿Qué era lo mejor y lo peor?
Sí, muchas de las bodas y fiestas eran grabadas en cinta y luego se ofrecían como regalo. Más tarde comenzaron a venderse, para provecho de otras personas… Así que aquellas no eran grabaciones en el sentido tradicional u occidental, pero sí, hay montones de ellas.

Su música tiene un fuerte componente tecno, y es habitual verle actuar en festivales de música electrónica, ante grandes audiencias de gente joven. ¿Cómo se siente en esas situaciones?
Me encuentro genial en cualquier situación, tanto tocando en una fiesta, festival tecno o de cualquier tipo, como en un pequeño club de 100 personas. Todo está bien para mí.

¿Y le gusta la música de otros artistas que actúan allí? ¿Le interesa algo de la música pop occidental?
No, para nada.

Por ejemplo, usted es ahora parte del sello Mad Decent, dirigido por el productor Diplo. ¿Ha escuchado la música de artistas que también se publican ahí, como Major Lazer, Dillon Francis, Yellow Claw…?
No, nunca lo he escuchado.

En su álbum ‘Bahdeni Nami‘ artistas como Four Tet, Gilles Peterson o Modeselektor colaboraban en varias de sus canciones. ¿Cómo sucedió aquello? ¿Sintió que ellos comprendían bien las claves de estilos locales como el debke o el baladi?
Sí, en aquel álbum ellos remezclaron algunas de las canciones. Estuvo bien, pero no fue fácil: la música puede parecer simple, pero no es fácil para los oídos occidentales, comprender lo que es más y menos importante y mezclarlo todo junto.

Pude conocerla [a Björk] en Islandia (…). Ella me invitó a su casa a tomar té. Es una persona encantadora

También hizo varias colaboraciones con Björk. ¿Llegó a conocerla en realidad? ¿Cómo fue trabajar con ella?
No la conocí durante las grabaciones. Grabé esas canciones por mi cuenta y ella las remezcló y las convirtió en lo que fueron luego. Pero años después pude conocerla en Islandia, cuando fui allí para actuar en un festival. Ella me invitó a su casa a tomar té. Es una persona encantadora.

Dentro de poco ella publica un nuevo álbum. ¿Ha podido escuchar algo de él? Y si es que sí, ¿qué opina?
No tengo ni idea, lo siento.

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Publicado por
Raúl Guillén