Música

Delorean / Mikel Laboa

Si ‘Mikel Laboa’ es un paréntesis, “un giro momentáneo en el sonido de Delorean, que en esta ocasión aparcan el indie con matices electrónicos y de baile al que nos tienen acostumbrados para adentrarse en un terreno mucho más personal e introspectivo”, como ellos mismos declaran, quizá no haga falta extenderse mucho en los antecedentes del grupo vasco de indie-pop electrónico. Avanzadilla internacional de un conjunto cada vez más nutrido de propuestas locales exportables, Delorean echan esta vez la vista atrás para rendirle homenaje al cantautor donostiarra Mikel Laboa, fallecido en 2008; sin abandonar el lenguaje binario de la electrónica, pero sumergiéndose en la tradición lírica, musical e instrumental vasca.

Laboa fue el máximo exponente de la Nueva Canción Vasca desde mediados de siglo pasado y su primer disco de larga duración, ‘Bat-Hiru’, publicado en 1974, fue considerado como el mejor de la historia de Euskadi por los lectores de El Diario Vasco y apareció entre lo mejor del siglo XX para Rockdelux. Su compromiso con la cultura de su pueblo, traducido en una obra fuertemente personal, mezcla de tradición, poesía y experimentación, ha sido un referente para varias generaciones de artistas de su comunidad, por lo que el homenaje de Delorean no es, ni mucho menos, el primero que se le hace. Sí es, quizá, el que mejor rescata ese espíritu aventurero y vanguardista del legendario autor, fundiéndose con asombrosa facilidad los sintetizadores y la instrumentación clásica de Delorean (menos efusiva y más introspectiva que de costumbre) con un legado orgánico y vocal extraído de las sesiones de grabación del propio Laboa.

Además de la voz, tanto la guitarra como la txalaparta, el famoso instrumento tradicional de percusión vasco –presentes en ‘Bentara noa’ y en ‘Orreaga (Lekeitio 6)’–, sirven de puente etnográfico entre el pasado y el presente, lanzándose hacia el futuro mediante un revestimiento electrónico que, por lo general, y cuando la hay, deja que la voz marque el camino. Así sucede, al menos hasta la mitad, en ‘Kantuz’: una alabanza al poder mismo de la canción, desnuda de instrumentación en su versión original, y envuelta aquí en un discreto beat sobre un fondo ligeramente new age. Ocurre de manera desigual en dos de las piezas denominadas como «Lekeitioak», un formato de canción experimental de Laboa donde intercala gritos onomatopéyicos. Así como en ‘Dialektikaren laudorioa (Lekeitio 3)’ la voz y la instrumentación electrónica parecen convivir codo con codo en cierta barrena rítmica, en ‘Orreaga (Lekeitio 6)’ –tema que conmemora el 1200º aniversario de la batalla de Roncesvalles, en la que los vascos le frenaron los pies a Carlomagno– los protagonistas indiscutibles son la voz, la txalaparta y la guitarra originales.

Pero, sobre todo, es la fórmula infalible y tremendamente atractiva de ‘Bentara noa’. La pieza central, la que fuera segundo single de presentación del álbum, es la versión más redonda y memorable de cuantas hay en el disco. Sobre una elegante y sobria base de beats, cercana a Moderat, Delorean sacan brillo a la preciosa guitarra original de Laboa y a su melódico canto, reconstruyendo y actualizando un pedazo de historia cultural vasca de incalculable valor.

Los cortes más Delorean de ‘Mikel Laboa’, aunque muy lejos del colorido habitual de su obra convencional, son ‘Komunikazio-Inkomunikazioa (Lekeitio 5)’, un rompecabezas de sintetizadores con algún fragmento vocal intercalado, y la breve aunque suculenta ‘Denbora galduaren bila (Doneztebe)’. No es que sean licencias ni desahogos electrónicos libres por el esfuerzo de adaptación a un lenguaje distinto, sino más bien interpretaciones del universo estético de Laboa en clave un tanto clubber en la última mitad de la primera de las mencionadas y, sobre todo, en la segunda. El ejercicio de homenaje, por tanto, va desde las covers más pretendidamente fieles a las originales, realzando la materia prima, hasta esta suerte de interpretaciones, que parecen puntos de encuentro entre los espíritus de experimentación y vanguardismo de Delorean y de Mikel Laboa. Un tipo de espíritu frente al cual ninguna frontera, ya sea real o ficticia, política o de estilo musical, podrá hacer nunca nada.

Calificación: 7,2/10
Lo mejor: ‘Kantuz’, ‘Bentara noa’ y ‘Orreaga (Lekeitio 6)’, sobre todo cuando suena la instrumentación original de Laboa.
Te gustará si te gustan: Delorean y Mikel Laboa por separado, la canción tradicional y las propuestas de electrónica con acento étnico tipo Bonobo.
Escúchalo: Spotify.

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Publicado por
Pablo Luna Chao