Tras una llamativa puesta en escena que emula la portada de su disco ‘Oferta’, y de la que destaca la presencia de ese labio pintado de rojo y como mal recauchutado tras el cual se esconden los DJs de Las Bistecs trabajando al teclado (del ordenador), el dúo de Barcelona inicia su concierto con ‘Ano’ (la “canción del verano”) y al término de la siguiente canción (‘Problemas’) una de sus integrantes, Alba Rihe, acepta emocionada por parte de un fan un medicamento para sus hemorroides. Este es el panorama surrealista del concierto de Las Bistecs, que tampoco dejan de repartir cigarrillos o de disparar a los “entrecots” con cava, por eso del “electro-disgusting”.
El momento más surrealista del concierto no se produce cuando Las Bistecs se ventilan ‘HDA’ y ‘Señoras bien’ -que dedican a un tal “M. Rajoy”- durante la primera parte, sino cuando aparece en el escenario Mónica del Raval (una institución de este barrio barcelonés) para entretener a los presentes mientras Las Bistecs se cambian de vestuario. Suena de fondo ‘Pelo’, la canción más bizarra del repertorio “electro-disgusting” (nunca la imagen de un “pelo ajeno en la piscina” había resultado tan perturbadora) y cuesta mucho discernir si lo que está pasando en el escenario es verdad o mentira. Antes de llegar a una conclusión, Mónica del Raval se esfuma y vuelven Las Bistecs para seguir desgranando ‘Oferta’.
A estas alturas del Malgusto Tour, Las Bistecs ya nos han hecho gritar a todo pulmón algunas de sus mejores letras, del “móvil cartera tabaco llaves” al “señoras bien, señoras fetén” pasando por supuesto por el “la maja desnuda, la maja vestida” y lo que queda no mola tanto, porque al margen de ‘Caminante’ y ‘Universio’, cuyo “perrea como Laika” está igual de integrado en nuestros subconscientes que las frases mencionadas, está claro que ‘Galicia’ o la parida de ‘Metro’, como tampoco la final ‘DJ Bicha’, aunque graciosas, no están a la altura de sus mayores himnos. Claro que no hace tanto que la idea que Las Bistecs presentaran algo parecido a un repertorio en una sala como Razzmatazz era bastante improbable, y aquí estamos.
Las Bistecs culminan así en su ciudad natal -que no su gira, que termina el 22 de diciembre en Gijón- el “fenómeno social” que podía palparse hace un año en su concierto en Madrid. En su momento un comentarista llamaba a JENESAISPOP “exagerados” porque donde habían llenado Las Bistecs era en “el Ochoymedio, no La Riviera”, pero precisamente en La Riviera se han visto Alba y Carla tocando justo un año después al término de esta gira y lo que se vio anoche confirma que el “fenómeno” ha sido real y que por suerte ha producido canciones, frases y momentos que ya son historia del pop español. Hasta que las volvamos a ver el “pelo”.