Puede que sus sintetizadores susurrantes te lleven a principios de siglo, los tiempos en que emergía la indietrónica de manos de formaciones europeas como Lali Puna y múm. Y puede que no sea la idea más moderna u original que has oído en 2017, pero la decisión es adecuada en este caso, de lo más funcional. Si la melodía es totalmente evocadora durante las estrofas, el estribillo despega encaminándose hacia las pistas de baile sin resultar evidente o desesperado, dando lugar a un bonito villancico para bailar con lágrimas en los ojos. La letra, de corte romántico, es una invitación a no olvidar una noche de Navidad.