Esta última canción, en su repetición celosa de «Yo sé que este verano te vas a enamorar», es una de las cumbres del disco, marcado por cierto carácter «loser» («Todos los regalos que quiero comprarte son tan exclusivos (…) que voy a tener que pedirle dinero a mi madre», ‘Aguas de marte’) y el deseo sexual frustrado más «creepy» en sintonía con el recuerdo de la juventud perdida. Dice ‘Clásicas de primavera’: «Huele a vestidito y huele a trenzas, huele a limpio y a día de fiesta… / Huele a Laura, huele a Teresa / No hay manera, no hay manera / el futuro ya no es lo que era / Porque ya no tengo quince años, y puede que ya nunca los tenga, disimulo, pero no cuela».
Sin embargo, también hay espacio para el sentido del humor y sus límites (‘Los límites’) y para el delirante retrato social de una chica de Chamberí («Se te transparenta, y mucho, la clase social / Será por tu piel tan blanca. ¡Qué fatalidad!», en ‘Chamberilera’), dejando un disco que podrían disfrutar los miles de nuevos seguidores de los agridulces Rusos Blancos. Quizá podría habérseles pedido un paso más en su tercer álbum, pero la combinación de temas agitados y contemplativos y la repetición de mantras («cierta arrogancia» en ‘La paradita’) construyen un disco de 23 minutos de lo más dinámico.
Los Lagos de Hinault tocan este viernes 12 de enero en la Sala Siroco de Madrid. Entradas, en Ticketea.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Las lágrimas de San Lorenzo’, ‘Poca policía’, ‘Chamberilera’, ‘Vendo besos’
Te gustará si te gustan: Casiotone for the Painfully Alone, Family, Aventuras de Kirlian, Rusos Blancos
Escúchalo: Bandcamp