«A falta de conocer el videoclip y ver si nos hace enamorarnos de la canción, ‘Dancing’ no me ha convencido. Tampoco es un desastre, y la función festiva con la que imagino que la compusieron Kylie, Amy Wadge y Sky Adams la cumple, pero es demasiado genérica: no es que no sea ‘All The Lovers’, es que está por debajo de la correcta ‘Into the Blue’. Se puede destacar el post-estribillo, y su posible lectura como respuesta a quienes piensan -con mezcla de ageism y machismo- que el tiempo de Kylie ha acabado, pero por lo demás, el tema es flojito. Hay que tener en cuenta, de todas formas, que ‘Into the blue’ no era el mejor tema de ‘Kiss Me Once’, así que mantenemos la esperanza en el próximo disco de la australiana, ‘Golden'». Pablo N. Tocino.
«Vale, podemos acusar a Kylie de no sorprender, de hacer en 2018 una canción que podría haber sonado en 2013, cuando Avicii lo petaba a lo grande y tal… Pero es que esta ‘Dancing’ no puede ser más mona y cálida, elegante y anti-petarda, capaz de satisfacer a su base de fans más fieles como a oyentes más ocasionales (y menos cínicos). Personalmente, me encanta que Kylie pueda sonar como Dolly –¡por momentos su voz se asemeja muchísimo!– y me hechizan esos segundos de pre-estribillo que parecen de una canción de First Aid Kit. Pero más aún me resulta adorable la doble lectura de sus versos, un entrañable mensaje vitalista. ‘Dancing’ no es espectacular, vale, pero sí está muy bien. Y eso ya tiene su mérito». Raúl Guillén
.«Como nadie quería que Kylie se sumergiera en la música negra tras el fiasco de Roc Nation y su colaboración con Pharrell que, quizá sí, «tendría que haber cancelado», había dos posibles caminos para ella: seguir la línea un tanto country o folk de Miley Cyrus, Lady Gaga o Kesha, o seguir por el electro pop de toda la vida y que aún defiende gente como Dua Lipa, Tove Lo o Troye Sivan. Kylie Minogue ha tenido la habilidad de haber tomado los dos caminos a la vez en este ‘Dancing’ tan fresquito que no, no va a hacer historia, pero sí sirve para escucharse en bucle o, lo que es mejor, levantarte el ánimo y llenar una pista con la remezcla adecuada (que el estribillo pide a gritos). Aunque es verdad que vamos necesitando ya una sorpresa tipo ‘Slow’ (2003), para mí sí está muy holgadamente por encima de ‘Into the Blue’ y ‘2 Hearts'». Sebas E. Alonso.