Esta canción de Wye Oak nos lleva de la mano al mejor indie-rock llenaestadios de la década pasada, en concreto a aquel que conocimos de mano de Death Cab for Cutie, Broken Social Scene, Stars o Spoon. Y es que en esta producción en cuyo estribillo se repite el título ‘The Louder I Call, The Faster It Runs’ de manera obsesiva, y con alguna variación, cabe tanto la fuerza de las guitarras eléctricas como una serie de sintetizadores muy ajustados a la letra.
Estamos ante una canción in crescendo en la que la frustración (“puedes tenerlo todo y aún no tener nada”) va dando paso a la esperanza, porque “cuanto más largo es el día, más cerca nos quedará el sol”. Según la nota de prensa, la paradoja es deliberada, pues se describe este tema muy acertadamente como “un bucle de ansiedad y exuberancia, con un estribillo derivando en cascadas de armonía magnética”; como “un hechizo que gritar contra los males del mundo”.
Esa nota anuncia el disco «más grande, atrevido y expansivo que Wye Oak han hecho jamás» y desde esta canción, nos lo creemos un poquito.