‘The Other’ es una canción sorprendentemente reposada, construida sobre teclados ensoñadores y melancólicos, con algunos arpegios de guitarra que nos hacen recordar la pequeña grandeza del maldito FM Cornog y su proyecto East River Pipe –quizá la “culpa” es de su deleite por la baja fidelidad–. Un tema que evita la típica estructura estrofa-estribillo, haciendo una estructura cerrada de cada verso, que termina con el gancho “looking for The Other” y con un riff de teclado más guitarra haciendo las veces de gancho.
Músicalmente supone un viraje drástico en la carrera de King Tuff, pero donde más impacta ‘The Other’ es en el plano lírico. Nada más comenzar, Thomas canta líneas tan duras como “sin agenda, sin plan maestro, sin fechas importantes / sin razones por las que estar vivo que pueda destacar / excepto por un pequeño detalle, como una campana lejana / que me sigue llamando, como un olvidado y perdido amante / así que despego mis hombros hacia abajo para ir a buscar Lo Otro” o «pensé que era el final, pero entonces volví a pensar / y entonces fue cuando tomé la mano de Lo Otro». Pero… ¿Qué es «Lo Otro»?
Y es que Kyle Thomas, en un ejercicio de honestidad poco común en la cultura, revela que este lapso de cuatro años no se ha debido a otra cosa que un bache creativo que, para un músico, lo es también personal. En un sentido escrito en su Facebook, King Tuff se sincera: “es una canción sobre tocar fondo. Nunca supe lo que quería hacer en adelante, pero seguía teniendo esta desazón –este sentimiento– de que podría estar haciendo algo distinto… y simplemente perseguí esa posibilidad. Para mí, de eso va la composición y el arte, en general. Persigues algo, hay algo que te llama y tú intentas alcanzarlo. ‘The Other’ (“Lo Otro”) es básicamente el lugar de donde vienen las canciones, es la palabra oculta, es el misterio. Es la mano invisible que te guía cuando estás creando algo. Es lo que tuve que redescubrir (…) para volver a hacer música de una forma que sintiera honesta y buena”.