Más allá de su particular forma de expresión musical, Calexico trazan aquí un alegato por el amor, por la luz y por el tiempo –‘End Of The World With You’–, por la naturaleza –‘Girl In The Forest’, ‘Another Space’– y por esa esperanza que se crece cuando la marea va más en su contra. Tratan de construir un espacio seguro y tranquilo, un espacio donde ser optimista y donde poder soñar. Y nos lo entregan como un regalo, como las llaves de una casa donde estar a salvo del extremismo. El mensaje es nítido: va desde esa ‘End Of The World With You’ tan pop, luminosa y positiva, hasta la sencillez acústica y deliciosa de ‘Music Box’. “A place to store you dreams / And your secrets too”, dicen al cierre. Bonita y acertada metáfora la del espacio seguro para referirse a su propia música.
De todas formas, ‘The Thread That Keeps Us’ no es la representación utópica de tu nuevo refugio mental anti-Trump/Rajoy/Puigdemont, pues también contiene turbulencias, tragedias y ambientaciones pesimistas y oscuras. ¡Y menos mal, porque esa suele ser la versión de Calexico más atractiva! Si prefieres la versión-refugio, tu lugar está en ‘The Town & Miss Lorraine’, meciéndote al son de una ranchera lo-fi en ese barquito que te llevará solo a la orilla, en ‘Girl In The Forest’, donde aflora esa comparativa campo-ciudad tan característica de los norteamericanos –“I was worn by the city until I finally let go / Drifted out to the Sierras on an empty road / (…) Well the world was spinning so fast / Nobody took the time / It was the girl in the forest / Who opened my eyes”–, y en el ya mencionado y precioso tema final.
Pero ese no es el estilo de Calexico. Sí lo es el presentar batalla, afrontar el peligro y perseverar, aguantando noches en vela y vigías interminables en silencio. Ahí están las instrumentales ‘Spinball’, ‘Unconditional Waltz’ y ‘Shortboard’. Un estilo que, en este caso, huele a western, a un sonido cenital y dilatado, a una atmósfera fronteriza y rasgada, entre el desierto y los alambres de espino. Así como en ‘Thrown To The Wild’, seguramente el mejor ejemplo de esa maravillosa capacidad que tiene Calexico para crear imágenes e historias en movimiento en sus canciones.
Su estilo, sin embargo, también puede adquirir otras formas: de cumbia mariachi en ‘Flores y Tamales’, de reggae-ska-funky en la reivindicativa ‘Under The Wheels’, de una especie de blues del desierto en ‘Voices In The Field’ –hola, Tinariwen, al otro lado del océano–, de funky-jam orgánico en la estimulante y esperanzadora ‘Another Space’, de un tímido y suavizado stoner rock en la sarcástica ‘Dead In The Water’, y de apremiante e intenso rock emocional en ‘Bridge To Nowhere’ y, sobre todo, en ‘Eyes Wide Awake’, la ‘Deep Down’ de ‘The Thread That Keeps Us’.
El álbum consta de 15 canciones más siete bonus tracks. Algo más que un epílogo, los últimos temas inciden en la versión más dilatada y onírica de los de Tucson, desdibujando ligeramente el trabajo conjunto por su excesiva duración. No obstante, la casa de Calexico es un lugar en el que siempre apetece quedarse, y muchos disfrutarán del tiempo extra con si fuera otro pequeño disco dentro del disco. Desde las divagaciones instrumentales de ‘Longboard’ al lento apagarse de ‘Dream on Mount Tam’, pasando por el trote western de ‘Curse of the Ride’ o la seda country de ‘End of the Night’. Un sub-disco dentro de ‘The Thread That Keeps Us’ para avanzados de Calexico.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: La capacidad lírica de crear imágenes e historias en movimiento en sus canciones y de impregnar con su estilo cada una de ellas.
Te gustará si te gusta: Calexico, porque son inimitables; pero también las clásicas referencias de Giant Sand, M. Ward, Iron & Wine o Damien Jurado.
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