La artista explicó que esta canción trata sobre un joven africano que emigra a Europa con la ilusión de encontrar una vida mejor. Christina, que había declarado en alguna ocasión que no hacía canción social porque no le gustaban los resultados, ya salió airosa del reto con originalidad en el álbum anterior (en concreto en ‘Alguien tendrá la culpa‘) y aquí vuelve a conseguirlo enfrentando en esta trama al joven africano con las cuatro reinas de la baraja española.
Las calmadas estrofas dejan imágenes muy vistosas: «mis ojos de ópalo / el corazón que arrastro / qué más le podré ofrecer / a la reina de bastos / hay millares de camisas / cosidas en su alambrada / seré yo de los que eliges / oh, reina de espadas». ‘El pretendiente’ carece de estribillo aunque la potente intro guitarrera a lo primera PJ Harvey ejerce de gancho volviendo a aparecer, instrumental, como eje sobre el que da vueltas la canción.
Bien podría representar la carrera del joven africano hacia Europa, pero, al final, hay sorpresa: una coda synth-popera post-‘Drive’ emerge, dejando un desenlace quizá desilusionante. «En la corriente que cruza el mar, el puente es de agua», canta Rosenvinge. ¿Cómo cruzar un «puente de agua»? Sin duda, uno de los momentos más hermosos de la próxima gira que prepara la artista y de la que ya conocemos estas fechas:
22/02 @ Beat Club (Segovia)
23/02 @ Círculo de arte (Toledo)
03/03 @ Joy Eslava (Madrid)
08/03 @ Sala Apolo (Barcelona)
06/04 @ Le Club (A Coruña)
07/04 @ Redar (Vigo)
08/04 @ Salón Garcia (Villagarcía de Arousa)
02/06 @ Primavera Sound (Barcelona)