Con muy buen sonido -estaría bueno, teniendo que optimizar solo voz y pregrabados, y alguna vez un teclado o un bajo-, OMD conquistaron a la sala a reventar de público en torno a los 40 y 50 años, tirando de clásicos. Presentaron con humor el hit que tuvieron en Estados Unidos («¡éramos cool, éramos una banda de electrónica!») ‘If You Leave’ y siguieron dos de sus grandes obras maestras: ‘Souvenir’ y ‘Joan of Arc’, esta última sucedida de una ovación espontánea del respetable que ni en un partido de fútbol. Ni siquiera llevábamos una hora de set en ese momento.
Lo bien que esta canción, en 2º lugar del setlist ‘Isotype’ o el corte titular del digno ‘The Punishment of Luxury‘ (2017) encajaron nos recuerdan el buen estado de forma de la banda en los discos de estudio, en mi opinión, por encima de los últimos pasos de Depeche Mode, que actúan en recintos 10 veces más grandes. Después, ‘Enola Gay’ cerrando antes del bis y ‘Electricity’ como colofón del bis de 3 canciones, pusieron a mil al público. Sin embargo, hasta Andy, a quien no se puede poner ningún defecto como frontman, pues sus poses y bailes en el escenario son aptas para el más grande de lo macroestadios, lo tuvo claro: «¡vamos a volver muy pronto!». «¡Bieeeen!», respondió la gente. «¡Y la próxima vez volveremos con toda la banda!». ¿¿¿Pero por qué no esta??? 6.