Una investigación en las letras de “AFRAID” revela sin embargo que el disco indaga sobre todo en el lado oscuro de la fama y en el conflicto que esta crea en una Lee insegura y atormentada por sus propios demonios. La sueca declara en ‘TEMPLE’ que no “le sobra el autoestima” y habla en ‘LIKE HELL’ de su martirio físico, cantando “arrastro mi cabeza encima de este cuerpo mutilado, duele lo que no está escrito”. Pero en el otro lado del espejo, Lee es una diosa para sus miles de fans en todo el mundo, y en “AFRAID”, la sueca deja claro, casi canción a canción, que es incapaz de soportar este peso, y que cuanto más grande la hacen sus fans, más pequeña se torna ella en realidad. En el single principal del disco, ‘SAMARITAN’, llega a enfrentarse a ellos, cantando: “no creo en Dios, dejemos la religión al margen de esto; no recuerdo prometer mi vida y mi alma para daros felicidad, si soy lo que decís que soy, espero colgar de una cruz de madera, cuando todos esto acabe, se ha acabado”.
Sola ahora ante las máquinas, “AFRAID” es una continuación lógica de ‘BLUE’, un disco que restaba densidad al sonido original de iamamiwhoami, acercándolo más que nunca al pop de sintetizadores de los ochenta en canciones de synth-pop glacial como ‘hunting for pearls’ o ‘vista’. Un disco dedicado al agua, donde ‘AFRAID’ se adentra en la profundidad de los bosques suecos, como puede verse en la película que complementa al disco. Es un disco más cálido, más oscuro, casi gótico, pero también más tenso; Lee no está en paz y lo transmite en canciones de sonido defensivo, casi bélico, como ‘WATCHES WATCHES’, ‘SIMMER DOWN’ o ‘WORK’ (esas cuerdas), compensando ese elemento hostil con otras temas que expresan tristeza (‘LIKE HELL’, ‘DUNES OF SAND’) o relajando la tensión a través de estribillos grandes y gloriosos como los contenidos en ‘JOY’, ‘SAMARITAN’, ‘NOT HUMAN’ o ‘HARVEST’. Si “AFRAID” nos habla del conflicto de Lee con la fama, sus canciones lo expresan musicalmente, proyectando a una artista abatida por las expectativas y la presión que, sin embargo, todavía busca componer canciones emocionantes y épicas y reunirlas en una nueva colección que cree un mundo nuevo para sus oyentes.
A veces, ese abatimiento muestra también a una compositora en conexión con su lado más creativo y pop, como en ‘JOY’, ’SAMARITAN’ o ‘GONE’, tres de las canciones más accesibles de la carrera post-“yanomami” de Jonna Lee, por no hablar de la gran ‘HARVEST’, una colaboración junto a TR/ST que no pasaría desapercibida en una rave cibergótica; pero también muestra a una artista algo cansada, como ocurre en los momentos menos memorables del disco, especialmente contenidos en una segunda mitad donde canciones como ‘BLAZING’, ‘HERE IS A WARNING’ o ‘MEMENTO’, cuya transición de estrofa a estribillo no podría ser más bizarra, apenas dejan huella en la historia del disco.
Pero sobre todo, en “AFRAID” Lee parece traumatizada por el endiosamiento de sus fans, tanto que a lo largo del largo se presenta cual mártir a merced de ellos, acentuando el efecto contrario en su estado emocional y físico que ejerce su adoración en ella, e impregnando así el álbum de una amargura que, finalmente, la humaniza, pero también cayendo por poco en lo monotemático en las letras. Se echa de menos, por ejemplo, que Lee explore otras dimensiones de su fama en el disco, que hable de sus buenos momentos, del poder que le ha brindado, del arte y la creatividad… Por lo menos, eso sí, el disco mantiene la variedad en lo musical, añadiendo un nuevo logro artístico al mundo iamamiwhoami, que nos hace preguntarnos, como siempre, cuál será el siguiente paso.
Calificación: 7/10
Te gustará si te gusta: Austra, The Sound of Arrows, Fever Ray, New Order
Lo mejor: ‘JOY’, ‘SAMARITAN’, ‘HARVEST’, ‘GONE’, ‘NOT HUMAN’
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