Música

Ride / Tomorrow’s Shore

Hay grupos que asociamos indisolublemente a sonidos muy determinados. A la voz de su cantante, por ejemplo, a escalas melódicas concretas, a los efectos que usan o a cómo suenan ciertos instrumentos en manos de determinados autores. Pasa también que afiliamos algunos géneros al sonido exclusivo de una o varias bandas, reduciendo movimientos musicales enteros a la sombra de un puñado de discos. Ambas condiciones se dan en el caso de Ride. En el primer supuesto, asociamos a los de Oxford con sus guitarras: con esa especie de densidad y distorsión desbordantes, con ese muro de sonido líquido, áspero y hostil que tan bien representan ‘Nowhere’ y su icónica portada. En el segundo, y con permiso de My Bloody Valentine y de Slowdive, encarnan lo más parecido a un paradigma para el género shoegaze, aunque siempre hayan sido su vertiente más rockera. La pregunta es: ¿20 años después siguen vigentes estas dos realidades?

A tenor de lo que escuchamos en su regreso oficial, un ‘Weather Diaries’ con buen nivel compositivo pero al que le falta veneno en demasiadas ocasiones, no del todo. Y si nos detenemos en ‘Tomorrow’s Shore’, su nuevo EP, un material que ellos mismos consideran acompañamiento del disco, menos aún. Con esto no queremos decir que sean malos trabajos o que suenen a disgusto, sino que la huella de su particular shoegaze se ha diluido con el tiempo y con la (por otra parte) loable intención de actualizar y renovar su sonido. Evidentemente esto también tendrá que ver con la producción, una vez más a cargo de Erol Alkan, y con los nuevos horizontes que tienen ahora a su disposición y que quizá ni existían hace dos décadas.

Pero, ¿en qué tramos del nuevo EP sentimos que estamos escuchando a los Ride originales? Pues básicamente en ‘Pulsar’, el tema inaugural, y poco más. Construido con la intención de “crear algún tipo de himno espacial sobre la luz, la existencia, el viaje y el retorno”, contiene un par de buenos momentos (1:17 y 2:54) de guitarrazos como los de antaño, extendidos sobre una base rítmica acompasada que no termina de esconder el amplificado carácter espacial-pop de los nuevos Ride. Ese beat electrónico del medio, además, nos da otra posible pista de por dónde podrían encaminar a partir de ahora los tiros los británicos. Una deriva que solo volverá en ‘Catch You Dreaming

’, pieza (ya comentada) relajada, onírica y casi chillwave que les hace flotar muy lejos de los parámetros de sonido por los que han sido siempre reconocibles.

Las otras dos canciones, a priori morfológicamente más en la línea clásica rockera de Ride, pierden por diferentes motivos. ‘Keep It Surreal’ por el tono de iluminación artificial, por una voz forzadamente aguda y, de nuevo, por una carencia total de veneno en sus aguijones. Y ‘Cold Water People’ porque, directamente, recuerda a las canciones más vagas y arrastradas de Mac DeMarco con algunos ecos de espacialidad extra de fondo. Por lo tanto, en resumen, parece que ‘Tomorrow’s Shore’ presenta más síntomas de pérdida de identidad que ‘Weather Diaries’ sin que pueda maquillarse esgrimiendo vocación de experimentación. Porque si estamos hablando de un regreso tras dos décadas, algo tienen que ofrecernos de su etapa anterior, como efectivamente hicieron con su disco; pero aquí no hay prácticamente nada. Una pena.

Calificación: 5/10
Te gustará si te gusta: ver cómo se diluyen las líneas maestras estilísticas de una banda de culto como Ride.
Lo mejor: Los dos guitarrazos de ‘Pulsar’
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Pablo Luna Chao
Tags: ride