Música

Tracey Thorn: «Es muy triste que la gente esté comprando el centro de Londres para dejarlo vacío»

Tracey Thorn ha publicado esta semana su primer disco de estudio en casi una década al margen de bandas sonoras, álbumes navideños y recopilatorios. ‘Record‘ vuelve a ser un álbum realmente interesante en cuanto a sus temas tratados, del feminismo a la gentrificación, y hablamos de todos ellos con su autora en una visita promocional a Madrid durante la cual no paró de nevar. «He traído el mal tiempo conmigo» era el chiste obligado, si bien Thorn mostró tener mucho más que decir que eso en una conversación en la que no paró de reír y hacer bromas que se pierden un poco sin su peculiar entonación. Hay, por supuesto, lugar, para unas cuantas preguntas sobre Everything But the Girl, Marine Girls y su anunciada intención de no tocar en directo. Foto: Edward Bishop.

La nota de prensa describe que has hecho «9 temazos feministas». ¿No fue una tentación llamar este disco por tanto algo como ‘Woman’, o «Fight Like A Girl» que es un lema que usas en una de las canciones?
No pensé en llamarlo nada así, la verdad. El disco se llama ‘Record’ porque todas las canciones tienen solo una palabra.

Me he dado cuenta. Me ha parecido muy Pet Shop Boys.
Sí, es muy Pet Shop Boys (risas). Ya no actúo en directo. Lo que hago es «grabar», hacer «discos» (NdE: ambas «record» en inglés) y eso es lo que quería decir. Además, forma un todo.

¿Crees que hay una línea en cuanto a melodías y sonidos?
Sí hay continuidad, una línea en la producción de Ewan Pearson, por el tipo de sonidos que usamos, las cosas que referenciamos… sí se dan la mano formando una obra.

¿Hay alguna canción que no fuera en principio nada electrónica?
‘Smoke’ es una canción de piano. En un disco distinto, la habríamos hecho al completo con piano y cuerdas reales. A causa del disco que es este, hemos preferido ponerle una caja de ritmos, cuerdas sampleadas y finalmente hay un poquito de cuerdas reales también. Hemos creado una especie de canción electrónica folk, para que pegue en el disco.

«La gente ya no puede permitirse vivir en Londres, y lo que es peor, la ciudad está vacía: la gente compra el centro de Londres para dejarlo vacío»

‘Smoke’ es una de las canciones que menos he entendido. Parece que hablas sobre la decepción política de Londres, pero no entiendo quiénes son los Miriam y Job de la letra.
No tenías por qué conocerlos (se ríe) Miriam y Job son antepasados míos. En esta canción hablo de mis tatara-tatara-tatarabuelos. Hace 200 años mi familia se mudó a Londres desde el campo, y desde entonces permaneció allí, de hecho siempre más o menos en el mismo barrio, en las mismas calles. Mis padres se mudaron a las afueras después de la II Guerra Mundial y es donde yo crecí, pero luego volví a Londres en cuanto pude, porque Londres está en mis venas. Lo que me gustaba tanto de Londres es que para mí representaba la libertad, la diversidad, que daba la bienvenida a todo el mundo independientemente de cuáles fueran tus ideas políticas, tu raza… Y mi preocupación, como ha pasado en otras ciudades, es que ha ido siendo cada vez más y más cara. La gente ya no puede permitirse vivir allí, y lo que es peor, la ciudad está vacía: la gente compra el centro de Londres para dejarlo vacío. Es muy triste. Me gusta Londres cuando está lleno de gente, cuando la gente sale… Es el encanto de una gran ciudad para mí.

En Madrid pasa lo mismo, la gente joven se va del centro porque no puede permitirse el alquiler y solo van a quedar Airbnb’s.
Seguro, está pasando con Nueva York, la gente siente nostalgia de los 70, de la escena punk, pero ya nadie puede vivir en Manhattan. Ese mundo no existe.

¿Aún vives en Londres?
Sí, y no me veo yéndome. Siento que pertenezco ahí, pero no me gusta ver todo lo que está cambiando. Veremos qué pasa.


‘Face’ es muy bonita, y supongo que habla de las redes sociales.

Sí, soy yo imaginándome cómo sería tener y romper relaciones en la era de las redes sociales. No he tenido que pasar por ello porque antes no existían. Pensaba: «si rompes y quieres dejar atrás el pasado, no puedes, porque está ahí, siempre va a haber alguien subiendo una foto». La canción está escrita desde el punto de vista de una mujer que se sienta sola una noche, se toma un vino, de repente se pone a ver fotos y se vuelve un poco loca.

Las redes sociales como una fuente de sufrimiento…
Todo es muy nuevo, todos nos estamos acostumbrando, es algo que no se va a ir ningún lado, así que hay que acostumbrarse a la nueva realidad.

En el disco anterior hablabas de la crisis de los 40, los divorcios de tus amigos… Ahora te inspiras también en tus hijos, por lo que adivino.
Es una mezcla. Todas esas cosas. Cuando escribes salen cosas que no sabes que sabes, o que no recuerdas. Alguien te cuenta algo, oyes un comentario casual y luego se puede usar. ‘Face’ está inspirada en parte en observar a mis hijos y por ver cómo viven sus relaciones enteramente a través del teléfono.

«‘Sister’ es una canción muy positiva, fui a la marcha muy frustrada, enfadada, no quería sentirme sola, y como tanta gente salió a las calles, me pareció muy positivo reflejar ese espíritu, esa positividad»

‘Sister’ es una de las canciones claves del disco. Está en medio, es la más larga, y tiene la frase «I fight a girl», que tiene muchas interpretaciones: la real, la irónica, la protesta… ¿Qué significa para ti?
Escribí esa canción después de la marcha de la mujer de enero (de 2017). Vi a alguna gente con eslogans, entre ellos «I fight like a girl», y me pareció muy bueno. Escribí la canción muy rápidamente. Claro que hay algo de ironía en ella, por las críticas que reciben las mujeres, pero si le sabes dar la vuelta, es como un modo de defensa. «Por supuesto que lucho como una chica, porque soy una chica y esta es la fuerza que tengo». Es una canción muy positiva, fui a la marcha muy frustrada, enfadada, no quería sentirme sola, y como tanta gente salió a las calles, me pareció muy positivo reflejar ese espíritu, esa positividad.

En ‘Babies’ salen condones y DIUs, pensaba que iba a tratar sobre el derecho de cada mujer a no tener hijos, pero al final salen hijos en la canción.
Sí, sí es sobre eso. Es sobre la elección. Los anticonceptivos son fantásticos para no tener hijos cuando no los quieres. Eres mejor padre si tienes hijos cuando los quieres, como me pasó a mí. La canción es sobre cuánto quiero a mis hijos porque pude tenerlos cuando quise. Y al final, acaba con una frase divertida sobre esperar a tus hijos, ya mayores, a las 3 de la mañana. Antes era yo la que intentaba llegar a mi habitación a las 3 de la mañana. Cuando eres madre, nunca escapas del todo, estás despierta a las 3 de la mañana como cuando tenías 18 años. Los anticonceptivos me parecen un buen tema para una canción. Todo el mundo, literalmente, usa anticonceptivos, pero nadie escribe sobre ello, así que pensé que sería divertido.

«Los anticonceptivos me parecen un buen tema para una canción. Todo el mundo, literalmente, usa anticonceptivos, pero nadie escribe sobre ello»


Tiene que ser divertido ver a tus hijos fingiendo que no están borrachos o intentando mentirte como si tú no hubieras hecho lo mismo…

¡Ya ves! (risas)

En ‘Air’ hablas de lo mal que te sentías de joven por no ser femenina (la letra habla de «girly girls»), pero al final te alzas y proclamas «no me importa». ¿Hay algo de humor en esta canción o es un recuerdo amargo?
Sí, sí, hay algo de divertido. Soy yo mirando mi yo adolescente. Ahora sé reírme de cómo malinterpretaba algunas cosas. Yo no encajaba en el estereotipo de lo que se suponía que tenía que ser. Me compré una guitarra y recuerdo pensar: «voy a molar por estar en un grupo». Pero el resto de chicas no quería estar en ningún grupo, y tenía pensamientos como: «¿por qué le gustará esa chica? ¡Pero si no sabe nada de música rock!». Soy yo mirando los roles de género, estereotipos, intentando encajar… Y finalmente llegar a un punto en que te da igual. Ahora nada de eso me importa, estoy totalmente liberada de ese peso.

Los roles de género han evolucionado mucho últimamente…
Está yendo a mejor, seguro. Los jóvenes llevan la conversación incluso más allá que mi generación. Mis hijos me enseñan conceptos que mi generación desconocía, como «género no binario», etcétera. Aprendo de ellos.

Hay algo en ‘Air’ que me recuerda en algo a ‘Mirrorball’.
(se sorprende y se queda pensando) Era otra canción de adolescencia. Era sobre recordar los días de ir a discotecas. Me encantaba la imagen de la bola de espejos, pensar lo que pasaba debajo de ella, lo cual a veces era una mierda.

Me gustaba la violencia de la canción…
¡No, no maté a mi mejor amiga! No literalmente (risas). Era un desacuerdo en torno a un chico, que me llevaba a querer matar a mi mejor amiga, pero no lo hice de verdad (risas).

«Me gusta el contraste entre mi voz y la producción de ‘Walking Wounded’. Creo que era muy potente, estoy muy orgullosa. Representa muy bien aquel momento»

Quise escribir una pieza de los 20 años de ‘Walking Wounded’, intenté contactarte, me dijiste que no.
Oh, vaya. No siempre me entusiasma hablar de un disco de hace mucho tiempo. Sobre todo si estás trabajando en un disco nuevo.

Lo que me quedó en duda es si es especial para ti, o no lo ves entre los mejores.

Sí, sí, definitivamente es uno de mis favoritos. Lo escuché hace poco porque quería recuperar una canción, pero al final lo dejé entero. Puedo ver por qué tuvo tanto éxito. Probablemente es el más pop que hemos hecho. Me gusta el contraste entre mi voz y la producción. Creo que era muy potente, estoy muy orgullosa. Representa muy bien aquel momento. Teníamos muy claro lo que teníamos que intentar hacer en ese momento y realmente lo conseguimos.

Las letras eran muy pasionales y pegaban con la música, pero en los 90 había mucho debate sobre los grupos que se entregaban a la electrónica y los que no lo hicieron. ¿Crees que habría funcionado igual sin la electrónica, sonando como lo hacíais en los 80?

No, el sonido fue una parte importante. El contraste entre la electrónica y mi voz es en lo que trabajamos en ese disco. Intentábamos averiguar de qué manera podía funcionar. Sonidos fríos y mecánicos, frente a mi voz, que se caracteriza por ser algo cálido, y muy humana. Fue el contraste de esos elementos lo que lo hizo funcionar.

¿Y como recuerdas vuestro último disco, ‘Temperamental’?

‘Temperamental’ fue un disco que grabé después de tener a mis gemelas. Así que tenía dos bebés alrededor, y no me involucré demasiado. Fue más bien cosa de Ben, que quería hacer la continuación de ‘Walking Wounded’. Yo estaba realmente muy, muy distraída. Hacía mis partes vocales por las noches después de acostar a las niñas, así que no es el disco en el que más me he involucrado (risas).

¿Nunca hubo una continuación de ‘Temperamental’ en camino?

No. Ese fue el momento en que me di cuenta de que tenía que parar, poque no estaba prestando atención a lo que hacía. Antes daba todo en los discos y en ese momento no, así que decidí tomar un descanso.

«Si oyes el último disco que ha hecho Ben y el que he hecho yo, verás que estamos en lugares diferentes. Son dos personas que no harían ahora mismo una banda juntas»

Nunca se ha entendido muy bien desde fuera por qué decidisteis casaros después de 27 años, pero nunca hacer otro disco. Fue muy tierno, pero un poco surrealista también: «¿después de 27 años se casan, pero no pueden hacer otro disco?»
(risas) A veces lo hablamos, no es como que ni lo pensemos, pero en parte, en los últimos años, si ves lo que hacemos Ben y yo, son cosas muy diferentes. Si oyes el último disco que ha hecho él y el que he hecho yo, verás que estamos en lugares diferentes. Son dos personas que no harían ahora mismo una banda juntas. Y no queremos hacer lo mismo que ya hacíamos. Además, si hacemos otro disco, será un «comeback», la continuación de ‘Temperamental’, un disco de hace 20 años. Mientras que si hacemos nuestra música, es solo el disco nuevo, no tiene más significado, es el disco en el que hemos trabajado.

¿Escucháis cosas muy distintas?

Escuchamos más o menos lo mismo, básicamente una gama muy amplia de música. Ben pone electrónica y yo puedo oír una canción folk. En casa suena de todo. Pero al crear algo por nosotros mismos, es distinto. Sus últimos discos han sido de tocar con guitarra acústica, que es algo en lo que él no había trabajado tanto, en verdad.

«En el estudio es donde doy lo mejor de mí. Cuando estoy sobre el escenario, no tengo tanta confianza en lo que hago»

Admiro muchísimo a los artistas que no hacen tours, que graban por el placer de grabar música, ahora que toda la pasta está en los directos. Creo que por eso disfruté tanto el regreso de Bowie, y me hizo prestarle tanta atención a la música en sí. ¿Tú vives con frustración que te pregunten? ¿Grabas por el placer de grabar?
Sí, me encanta grabar, estoy muy a gusto en el estudio, doy lo mejor de mí. Cuando estoy sobre el escenario, no estoy tan a gusto, no tengo tanta confianza en lo que hago. Trabajar en el estudio es lo que se me da mejor como artista, así que es lo que hago ahora mismo, y me siento feliz. Pero te digo claramente que entiendo que me pregunten, no voy a crucificar a la gente por preguntarme. Es una pregunta obvia, y además hay gente que cree que puede hacerme cambiar de opinión, a fuerza de preguntar.

¿Tú vas a conciertos?
No, no voy a muchos, a veces. Aunque suene raro, ni siquiera soy muy fan de lo que se entiende por «la experiencia del directo». Cuando era joven iba mucho, entre los 15 y los 19 años fui a la mayoría de conciertos de mi vida, con mi cigarro, me emborrachaba… era una cosa tonta, de pasar la noche fuera, de con quién iba, de qué llevaba puesto. En mi cabeza aquellos eran las mejores conciertos. Voy a ver cosas por supuesto, pero no siento la necesidad.

Bueno, fuiste a Kate Bush…
Sí, de hecho fui 3 veces. Fue una de las cosas más increíbles que he visto en mi vida.

Admiraba también su negativa a actuar, pero al final…

Pero cuando hizo algo, fue de lo más espectacular. Yo no podría hacer nada a ese nivel. Algo totalmente inusual, más grande de lo que jamás se pueda imaginar. Fue brillante.

No he podido leer tus libros, pero una compañera a quien le han gustado mucho pregunta si hay uno nuevo en camino.
Estoy acabando otro libro, saldrá el año que viene.

Y no es ficción, como el segundo de Morrissey…
Eso fue un error (risas). Me gusta escribir porque puedes hablar de otras cosas que no caben en las canciones. Me gustan los límites de la canción pop, me gusta que sean cortas, me gusta su limitación. En un libro o en un artículo puedes ir hasta el fondo, mirar las cosas desde otro punto de vista. Así que disfruto ambas cosas.

«Estoy muy orgullosa de Marine Girls, pero más que nada de lo que fuimos y de lo que conseguimos siendo tan jóvenes, sin experiencia, sin saber nada de la industria de la música»

Cada vez que escribimos algo sobre ti, alguien nos dice que lo que realmente mola de lo que has hecho fue Marine Girls. ¿Qué opinas tú? ¿Crees que es lo mejor que has hecho? ¿Estás especialmente orgullosa?
Estoy muy orgullosa, pero más que nada de lo que fuimos y de lo que conseguimos siendo tan jóvenes, sin experiencia, sin saber nada de la industria de la música, ni de lo que se supone que tienes que hacer en la banda. Sólo queríamos hacer música. No nos preocupa nada. No teníamos normas ni restricciones. Los discos, cuando los oigo me gustan, son increíblemente básicos y naíf. Me gustan, pero no… no creo que sea lo mejor que he hecho. Es muestra de un trabajo muy primigenio, y eso tiene su encanto.

¿Eres consciente de la influencia que ejercieron Marine Girls en un tipo de pop que hubo en el País Vasco a finales de los 80, el Donosti Sound?
No, la verdad es que no.

Esto es absurdo preguntarlo, porque no harás gira, pero si la hicieras, ¿crees que podrías encajar algún tema de Marine Girls? ¿Tienes alguna canción favorita o que te pegue con tu discurso de ahora?
Si fuera a hacer un concierto, tendría que hacer canciones viejas, y sería bonito hacer una selección de cada era, sería interesante ver qué seleccionar (piensa) No sé cómo lo haría… Podría ser alguna versión más sofisticada que la original. No sé… Mira, ¡otra buena razón para no salir de gira!

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: tracey thorn