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La canción del día: ‘Over Rainbows and Rainier’ de Damien Jurado, perfecta para mirar la lluvia desde la ventana

Tras tener que lamentar el pasado año la cancelación de su gira europea (España incluida), felizmente Damien Jurado anunciaba, días atrás, la próxima publicación de su 13º disco de estudio. Se titula ‘The Horizon Just Laughed’ y, tras discos de sonido expansivo como ‘Visions of Us on the Land‘, ‘Brothers and Sisters of the Eternal Son‘ y ‘Maraqopa’, el cantautor de Seattle se ha propuesta hacer una obra diferente en varios aspectos. Para empezar, por primera vez en mucho tiempo, se ha sentado él solo a los mandos de la grabación –que mantuvo prácticamente en secreto–, descartando esta vez contar con su amigo y más fiel colaborador reciente, Richard Swift.

Además, Jurado pretende dar a este disco un valor extra: en un tiempo en que “tenemos todo a un click de distancia”, él ha decidido premiar la paciencia y la expectación, como ha explicado en un extenso (e interesante) texto en Facebook. Por eso, cuando se publique el 4 de mayo, la única manera legal de oírlo será a la antigua, comprando el disco: retrasando la llegada de ‘The Horizon Just Laughed’ hasta el mes de julio, Damien no quiere “cerrar la puerta a los servicios de streaming”, a los que reconoce un papel importante para la música en general y su carrera en particular, sino “honrar a los fans que hacen el esfuerzo de comprar música física”.

En el escrito, el músico alude con nostalgia los tiempos en que uno sentía excitación por escuchar un disco y dedicada mucho tiempo a hacerlo. Una nostalgia que inunda los textos de presentación de disco y artista, ambos de su amiga la escritora Claire Carey Deering, y también ‘Over Rainbows and Rainier’, el primer adelanto del álbum. Una canción tan austera como emotiva en su ejecución, con un esqueleto apenas integrado por la guitarra acústica y la voz en un primer plano –a los que un delicado coro femenino se suma posteriormente, antes de un emotivo pero discreto arreglo de cuerdas y metales final–, para hacer brillar una melodía preciosa, perfecta para escuchar en bucle un lluvioso domingo como este (al menos en la mayor parte de España), mirando el aguacero desde la ventana.

Su vídeo, como la canción, muestra con un paseo en un viejo coche los majestuosos paisajes alrededor de Seattle, tras la que se eleva el monte Rainier al que alude la canción. Entre dylanianas referencias religiosas –comienza situando al Ángel Moroni, un símbolo importante en para la iglesia mormona, “dormido en el garaje, con un periódico bajo el brazo”–, Jurado poetiza la visión de la muerte futura y pide ser “llevado sobre arcoiris y el Rainier” para observar la belleza del mundo.

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Publicado por
Raúl Guillén