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El Hematocrítico: «Me parece un poco artificial toda esta nostalgia de los 80»

La amistad del periodista Noel Ceballos (Madrid, 1985) y Miguel López, más conocido en Twitter como El Hematocrítico (A Coruña, 1976) no ha dejado de dar sus frutos desde que se lanzaran a navegar las ondas sonoras con aquel «Los Hermanos Podcast». Ahora, el resultado de la conjugación de dos de las voces más ácidas del nuevo periodismo pop puede leerse en formato de novela con ‘Los Cinco Superdetectives. Aquí no bebíamos cerveza de jengibre’ (Ed. Martinez Roca). Un relato acerca de la infancia, la nostalgia, la depresión y, cómo no, la cultura popular.

Ceballos: «La depresión y los problemas existenciales o la infelicidad en la infancia no existen, por eso la recordamos como una etapa mejor que el presente»

A priori, a la hora de construir un relato sobre la infancia, parece que Hematocrítico podría haberlo tenido más fácil, dado que es profesor y tiene hijos… le toca de cerca.
Hematocrítico: «Mi experiencia como profesor me ha hecho entender que la nostalgia de la infancia es un poco engaño, porque mucha gente recuerda la infancia como “buah, la infancia, cómo molaban aquellos juguetes”, etc. Pero yo veo a los niños todos los días, llevo 16 años trabajando con ellos, y veo que siempre es guay, con las tablets o con los juguetes. La infancia siempre es especial y siempre es guay. No creo en eso de que antes molaba más ser niño que ahora».
Ceballos: «La nostalgia funciona así, tiendes a minimizar lo malo, maximizar los recuerdos buenos y a pensar que tu tiempo pasado fue mejor que el de los niños de ahora. Por eso en nuestros capítulos relacionados con la infancia ocurren cosas mágicas: los niños detienen a mafiosos y descubren tesoros… Y los capítulos del presente son como nuestra vida de verdad: nos despiden, son infelices y no saben por qué, tienen hijos de ex parejas… La depresión y los problemas existenciales o la infelicidad en la infancia no existe, por eso la recordamos como una etapa mejor que el presente».

Te veo más enfocado a ti en la edad adulta y a Hematocrítico en la infancia.
Ceballos: (risas) «Puede ser… no, en realidad lo que hicimos fue una escaleta. Como vivimos en ciudades separadas…»
Hematocrítico: «Esto es muy importante: es que Noel es guionista».
Ceballos: «En este caso era fundamental. En cuanto al estilo no hubo ningún problema, porque lo que queríamos era copiar el estilo de las novelas infantiles. Lo que hicimos fue tratar la novela como si fuera un guión audiovisual. Teníamos una escaleta de muchas páginas, una biblia donde cada capítulo estaba muy bien descrito…»
Hematocrítico: «Teníamos una página o dos páginas y media de cada capítulo, con todas las escenas».

Parece todo súper esquemático para ser una novela que habla sobre la infancia. Está escrita de una manera muy adulta.
Hematocrítico: «Al hacerla entre dos personas que viven en ciudades diferentes… había que buscar una manera, y no había otra».

Hematocrítico: «(El libro) surgió hablando de un tema que a mí me apasiona, que son los grupos de whatsapp de las cenas de Navidad»

¿Fue un encargo, o nació de vosotros?
Ceballos: «Nació de nosotros».
Hematocrítico: «De hecho, surgió al dar un paseo por Madrid hablando de un tema que a mí me apasiona, que son los grupos de whatsapp de las cenas de Navidad. Pasamos por una librería y vimos las nuevas ediciones de los libros de Los Cinco y empezamos a hablar de cómo sería un grupo de whatsapp de Los Cinco ahora, de adultos, y fue cuando surgió la chispa».
Ceballos: «Nos llamó la atención porque en las nuevas ediciones salen chavales de ahora con tablets, con móviles, vestidos de ahora… pero luego, el texto es el de Enid Blyton. Han quitado cosas igual más racistas y clasistas que ahora tienen que quitar, pero… las aventuras siguen siendo las mismas. Y eran niños muy de su época. Y pensamos cómo a los niños de ahora les podría chocar muchísimo. Y por eso dijimos: “ojalá hicieran los libros de Los Cinco, pero de Los Cinco ahora, con cuarenta”».
Hematocrítico: «También nos gustaba que la historia estuviera ambientada en España, en Madrid. Son una versión de Los Cinco, que se llaman Los Cinco Superdetectives, que trabajaban en verano, cuando iban a Guadarrama. Y había contrabandistas y falsificadores que operaban en la sierra».
Ceballos: «Y nos hacía más gracia, porque en Inglaterra, pues claro que hay contrabandistas. ¿Pero en la sierra de Madrid? Entonces hay un momento en el que, en la novela, alguien se hace esa pregunta: “¿pero qué contrabando hacen aquí en la sierra?”».

Hematocrítico: «En el libro también hablamos mucho de la moda de la nostalgia de los 80. Y yo tengo claro que fue una época mucho peor que ahora»

Supongo que, al igual que en el libro, vosotros también habréis ido eliminando los temas racistas, clasistas o machistas de vuestra propia vida.
Hematocrítico: «En el libro también hablamos mucho de la moda de la nostalgia de los 80. Y yo tengo claro que fue una época mucho peor que ahora. Para mí, mi infancia en los 80, era bajar a la calle y que me robaran. Llevaba una moneda en un calcetín, otra moneda en otro, otra en un bolsillo… Porque, si me venía un kinki a dar el palo, le decías: “mira, aquí tengo una moneda, no tengo más…” Y yo recuerdo auténtica ansiedad y angustia. Que no era todo tan guay. Recuerdo, sí, ver el ‘1, 2, 3’ con mi familia… pero no era tan maravilloso. No era como para ahora ver la Ruperta y decir: “qué guay el ‘1,2,3’, ¿te acuerdas del ‘1,2,3’?” Me parecía un poco artificial toda esta nostalgia, y queríamos hablar también de eso».

Y, además, si eras como Tom (el personaje más ambiguo de Los Cinco), puede que la ansiedad fuera aún peor…
Ceballos: «Sí, una cosa que hemos hablado mucho es cómo el cine comercial de aquella época era muy problemático. En ‘Loca Academia de Policía’ hacían chistes como que, si te ibas a La Ostra Azul, que era un local gay, te violan. Y eso lo veíamos de pequeños y nos parecía normal. Ahora lo vemos y decimos: “wow”. Creemos que toda esta gente que dice “la dictadura de la corrección política, antes las cosas eran mejor”, en realidad son nostálgicos. Recuerdan que “antes veíamos esas películas y no pasaba nada”, ya, pero… antes la gente también tenía esclavos y tampoco pasaba nada».

Ceballos: «El cine comercial de aquella época era muy problemático. En ‘Loca Academia de Policía’ hacían chistes como que, si te ibas a La Ostra Azul, que era un local gay, te violan. Y eso lo veíamos de pequeños y nos parecía normal»

De hecho, vosotros os lleváis 10 años de diferencia. Realmente, no hubierais podido ser amigos como los personajes de vuestra novela.
Ceballos: «No, él me pegaría. Me robaría el bocata».
Hematocrítico: «Seguro que Noel fue de chaval a ver las pelis de Harry Potter».
Ceballos: «Era teenager ya».

En lugar de cerveza de jengibre, era cerveza de mantequilla.
Ceballos: «¡Sí, sí! En mi generación, la nostalgia es Harry Potter. En unos años, Harry Potter será como Verano Azul para los de mi generación».
Hematocrítico: «Pero sí tenemos muchos intereses comunes».

De hecho, ya antes habíais desarrollado juntos Los Hermanos Podcast.
Ceballos: «El otro día lo hablábamos, que Los Hermanos Podcast son el barco con el que vamos navegando. Primero fue ese barco y luego ya vinieron bolos juntos, actuaciones, la novela… pero todo surgió gracias a Los Hermanos Podcast».
Hematocrítico: «La idea de eso es publicar nuestras conversaciones, de estilo libre».

Hematocrítico: «No quiero criticar los nuevos fenómenos adolescentes, ni el reggaetón, ni el trap… Siempre procuro estar atento y buscar las cosas interesantes que salen de ahí. No menospreciar a los demás»

De hecho, el otro día pensé… con lo guays que son estos dos, Noel escribiendo en GQ, Hematocrítico con tropecientos mil seguidores… y van y escriben una novela sobre la infancia, la nostalgia y la depresión. No es muy guay que digamos…
Hematocrítico: «De hecho es algo crítico sobre eso. Me gusta pensar que, aunque tengo 41 años, soy una persona de mi tiempo. Entonces, por lo general, no quiero criticar los nuevos fenómenos adolescentes, ni el reggaetón, ni el trap… Siempre procuro estar atento y buscar las cosas interesantes que salen de ahí. No menospreciar a los demás. Queríamos hablar de eso».

¿Visteis OT?
Ceballos: «Lo seguía sin verlo. Estuve al día de todo sin necesidad de verlo. Mi problema es que antes había Cárdenas y me quedaba dormido a los dos minutos. No lo podía aguantar».
Hematocrítico: «A mí lo que me pasa es que no tengo mucho tiempo para ver cosas, tengo dos niñas y tal. Pero sigo en redes a la gente de OT y estoy atento a todo lo que pasó. Y me parecen personas maravillosas, me parecen gente muy guay».

Ceballos: «Mi problema con OT es que antes había Cárdenas y me quedaba dormido a los dos minutos»

¿Qué música escuchaban Los Cinco?
Ceballos: «Es que justo estuvimos hablando el otro día de hacer una lista de Spotify con la cinta que se llevó Alex al último verano de Los Cinco juntos. Como Alex es el personaje más “guay” culturalmente de todos, pues vamos a poner música guay: The Cure, los Smiths… Richie escucharía más Los Chichos».
Hematocrítico: «Luego hay una escena de fiesta en el libro en el que la música es muy importante. Está dividida en copas: primera copa, segunda copa, tercera copa… y es una fiesta de los 80».
Ceballos: «Creo que la primera vez que yo entré en contacto con el poder de la nostalgia fue cuando estaba en la universidad, en un local de fiesta y ya estaban cerrando. Y ya la última canción que puso el DJ como apoteosis final fue la sintonía de Oliver y Benji. Y la gente estaba cantando TRANSTORNADA. Hubo un momento de comunión entre todos. Es el pegamento generacional: esa canción. Y por eso sale en la novela».

¿Cuál sería vuestro pegamento generacional?
Hematocrítico: «Para mí, el fenómeno generacional más intenso que viví de niño fue V. Cuando ponían V en la tele, los niños no bajaban a jugar a la calle».
Ceballos: «Para mí fue Chiquito. Chiquito fue un meme pre-internet. Si decías “te das cuen” o “cómooorr”, todo el mundo sabía de lo que estabas hablando. Ahora es muy fácil ser meme. Pero Chiquito, en ese momento, salía incluso en las bolsas de patatas».

Ceballos: «Chiquito fue un meme pre-internet (…) Ahora es muy fácil ser meme»

¿Creéis que se darán esos hitos generacionales en el futuro?
Hematocrítico: «Claro, es que, cuando yo era niño, había una cultura común. Yo llegaba al patio y decíamos “ayer David el Gnomo, joe…”. Y los 45 niños que había en clase, todos habíamos visto David el Gnomo. Ahora…»
Ceballos: «Yo creo que Marvel y OT es lo único que consigue eso ahora».
Hematocrítico: «Ahora unos ven Hora de Aventuras, otros ven tal… no hay ese pegamento».

De hecho, OT es un poco Los Cinco: todos tienen sus personajes, sus arquetipos…
Ceballos: «Eso es lo que me fascina de este OT, que ha sido el fandom el que ha ido creando buenos y malos. Y eso me fascina. Porque hay que darle una narrativa a todo, y que los personajes entren en la narrativa me fascina. Y también es algo de lo que habla la novela: de la necesidad de narrativa en nuestras vidas. De la necesidad del conflicto. Y, al final, es el fandom el que crea ese conflicto. Y aquí son unos chicos que de pequeños vivían esa ficción mágica e idealizada y que de mayores sienten esa falta de conflicto: Agus, que es al que mejor le va, no deja de pensar en el pasado. Y el resto necesita que esa magia de la ficción vuelva a sus vidas para volver a sentirse vivos».

Ahora parece que somos todos más abiertos, ¿creéis que hemos llegado a un punto de no retorno o que vamos a retroceder y volver a los 80?
Hematocrítico: «Hay un punto de no retorno. Hay ciertos sectores que se resisten, los últimos cambios siempre son duros. Y hay gente que lucha contra ellos. Pero ahora, hasta mi madre ha oído hablar del #MeToo».

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Publicado por
Elena Rosillo