La totalidad de este álbum está dedicado a este tema, dejando títulos tan explícitos como ‘El tiempo pasó’, ‘No nos despedimos’, ‘Quisiera poder rezar’, ’Tu recuerdo es mi consuelo’, ‘Qué haré el resto de mi vida’, ‘Me quedo con lo bueno’ y canciones tan desgarradoras como ‘Un suspiro y un beso’. En la secuencia, destaca la belleza de ‘Tenerte a mi lado’, con un texto que alterna pasado y presente, resultando los dos igual de dolorosos. El ayer es un recuerdo de «la foto que tomamos en París» en la que ella le agarraba «como temiendo que fuera a huir». El presente está anclado al pasado («antes de acostarme, miro tu retrato y te hablo como si estuvieras aquí»), mientras la hija de la pareja sirve para mantener con vida a Enrique, si bien también con la marca de la pena más absoluta («Hoy en el colegio dibujaron la tristeza y nuestra hija te ha pintado a ti») y la conciencia de que algún día, la niña crecerá y ya «nada necesitará de mí». Una canción que se sirve del sentimiento de la música tradicional para terminar de hacer pupa, en un disco que desde El Segell vinculan con otros lanzamientos recientes marcados por la muerte de un familiar, como ‘Carrie & Lowell’ de Sufjan Stevens
, ‘Skeleton Tree’ de Nick Cave o ‘A Crow Looked At Me’ de Mount Eerie.El álbum ‘Quique dibuja la tristeza’, escrito 3 meses después de la muerte de Olga, ha sido grabado en directo el pasado mes de diciembre con Oriol Aguilar al contrabajo y Jaime del Blanco al violín, en las Bodegas LaVeguilla de Olivares de Duero de Valladolid. El grupo tendrá fuerza para presentarlo en vivo el 8 de junio en Zaragoza, el 9 de junio en Madrid (entradas en Ticketea) y el 16 de junio en Barcelona. Podéis recordar nuestra entrevista a Los Hermanos Cubero de 2016 aquí.