Música

Nacho Casado: «Este disco me hizo ver que yo hago música porque me hace la vida más bonita»

Nacho Casado publicaba un par de meses atrás ‘Verão‘, su primer disco en solitario tras dos discos como parte del proyecto La familia del árbol. En él, este músico ilicitano se ciñe a una estética espartana, con su guitarra acústica y su bonita voz apenas matizada por un contrabajo, dando todo el protagonismo a composiciones de pop folk con querencia por sonidos brasileños y jazzies, aderezando sus referentes habituales –George Harrison, The Band, Nilsson– con otros nuevos –Chet Baker, Joao Gilberto–.

Uno de los temas más inmediatos y cálidos de ‘Verão’ es ‘Edén’, cuyo vídeo oficial estrenamos hoy en JENESAISPOP. Un encantador clip filmado (con un teléfono móvil, nos revela) por la otra integrante fija de La familia del árbol (que además es su pareja), Pilar Guillén, y que refleja el espíritu cálido de la canción entre los colores brillantes de un día soleado en un precioso jardín, con Nacho tocando y cantando por sus rincones. Con motivo del estreno, además, hemos podido charlar con el músico sobre la gestación del disco, la influencia brasileña en el pop de nuestro país a lo largo de décadas y el futuro de La Familia del Árbol.

«Hacer canciones sólo con guitarra y voz fue una prueba para ver si tenía algo que decir de la forma más pura».

¿Qué te lleva del sonido expansivo, incluso rockero, de ‘Odisea’ a la delicadeza de ‘Verão’?
Bueno, cada disco ha sido fruto de un momento concreto de mi vida, he intentando siempre guiarme por el instinto y lo que pensaba que debía hacer, alejado de modas o lo que me convenía supuestamente, profesionalmente hablando, sólo hacer el mejor esfuerzo y utilizar la música como vehículo emocional y a modo terapéutico, sin reprimir todas esas emociones que quizás en la vida diaria sí contengo.
Quiero decir que no sé qué camino voy a tomar ni cómo serán mis circunstancias profesionales de disco a disco. Sí que he llegado a ese punto en el que me planteo por qué tengo que hacer discos y si debo mostrarlos de la forma convencional. Hacer canciones sólo con guitarra y voz fue una prueba para ver si tenía algo que decir de la forma más pura.

La bossa nova es un género que ha calado particularmente en artistas muy variopintos y de distintas generaciones de nuestro país: pienso en Ana Belén o Presuntos Implicados hasta Carlos Berlanga, pasando por Fernando Alfaro o Le Mans. ¿Cuál crees que es esa conexión especial entre nuestras culturas?
No sabría decirte, en mi caso no es tanto el estilo sino más bien la luz o guía que me ha dado ese sentimiento, creo que es muy cercano a la forma en la que quería cantar y tocar. Astros como Joao Gilberto dan esas texturas de delicadeza, nostalgia y elegancia que es lo que de manera muy básica acabé haciendo en la cocina de mi casa, donde compuse la mayoría del disco.

En todo caso, ’Verão’ suena a más estilos y, sobre todo, profundamente local, mediterráneo. ¿Cuál era tu premisa estética al escribir estas canciones? ¿Fue decisivo grabarlo en un estudio del Maresme, lejos de tu casa?
La premisa era capturar justo lo que hacía cuando las cantaba, no ha habido como en los discos anteriores una idea de producción o de sonido, sino más bien que la interpretación fuera lo bastante real y emotiva.
Grabarlo en Arenys de Mar fue la guinda y fue gracias a Ramón Rodríguez [The New Raemon] que me ayudó económicamente y personalmente con el disco. Él me puso en contacto con Lluis Cots y estuve unos días por allí, justo hospedado en un hostal que se llama Portofino como una de las canciones del disco. Casualidades mágicas.

En todo caso, aunque se asocie la música brasileña a alegría, fiesta y verano, también está ahí esa saudade que, en el caso de tu disco, ocupa buena parte del álbum. Las lágrimas también son para el verano, ¿no?
Exacto, para mí es justo eso, saudade, la influencia de discos clásicos y de esos maestros de la bossa, en ellos no encuentro ese tipo de festividad sino más bien algo más profundo y esa nostalgia.

En todo caso, parece que las canciones que más están funcionado son ‘Chet Baker’ y ‘Edén’ y son las más inmediatas. ¿Coinciden con las que te han hecho sentir más satisfecho / orgulloso?
Esas son muy bonitas y tienen un carácter muy pop, pero viendo un poco como lo escucha la gente veo en el streaming de plataformas que lo escuchan entero y lo guardan entre sus favoritos. Quizás esas son más fáciles para las radios y medios de pinchar. Estoy orgulloso de todo el disco, creo que es en conjunto la mejor colección de canciones que hasta hoy he publicado y eso que ya tenía, según mi propio criterio, algunas bastante decentes..

En el vídeo para ‘Edén’, que estrenamos hoy, apareces tú con tu familia, con Pilar, con vuestro hijo… es como si la canción fuera una extensión de tu vida, ¿no es así?
Sí, intento ser consecuente, el video lo ha hecho Pilar con un móvil, tiene una visión estética de las cosas que me encanta. Es una forma de capturar ese momento y eso me fascina.

«Si puedo, me paso horas tocando y cantando como si estuviera meditando e intento entrar en trance».

¿Recuerdas qué sentiste cuando terminaste de componerla, con sus referencias a Beach Boys, a la cultura francesa…? ¿Supiste que tenías algo bueno entre manos?
Cuando la canción salió la cantaba mucho porque me hacía sentir bien, a veces, si puedo, me paso horas tocando y cantando como si estuviera meditando e intento entrar en trance. Toco los acordes y canto una melodía hasta que siento que llego a algo. Luego la toco delante de Pilar y me fijo en su cara… Alguna vez llego emocionado de la cocina al salón y me dice «si llevo horas escuchándote…» [Risas]

A menudo leo en tus redes sociales que te resulta frustrante lo difícil que resulta hacerse un hueco en la escena independiente sin seguir unos patrones estéticos ajustados a “lo que se lleva”, por decirlo de una manera. ¿Has llegado a alguna conclusión al respecto?
[Risas] Lo siento… Pido disculpas, siempre pienso que no me lee nadie, que plasta soy. [Risas]
Eso ocurrió en una época en la que las cosas profesionalmente con La familia del árbol no salieron como parecía que iban a ser, por falta de experiencia, ingenuidad y medios. Que, por otro lado, eso me hizo mejorar como artista en muchos sentidos. Hay momentos que uno se frustra, o simplemente que en ese momento me equivocaba, pero intento aprender de mis errores.

«Parte del éxito se mide en un algoritmo del que prefiero apartarme, porque el poder del anillo pesa demasiado».

Mi conclusión es que lo que tenga que ser será, pienso, que hacer este disco me hizo ver que yo hago música porque me hace la vida más bonita y porque necesito hacerla, eso no significa que tenga que interesar al negocio o incluso a la gente. Que si es así, mejor que mejor, pero no es el final de esto. Además, parte del éxito se mide en un algoritmo del que prefiero apartarme, porque el poder del anillo pesa demasiado. Tengo mucha suerte en la vida así que no quiero perder más tiempo en esto. Lo digo honestamente, estoy abierto y contento con que las cosas son como son. Desde que empecé hasta ahora mis prioridades personales han cambiado y quiero encontrar un equilibrio entre lo que quiero hacer y lo que debo hacer en este “mundillo”.

¿Debemos entender este álbum como un lapso temporal de La familia del árbol? ¿Estáis trabajando en nuevas canciones ya?
Si, ya tengo nueva música que me encantaría grabar. Eso me entusiasma mucho, que todavía salgan canciones que te hagan un nudo en el estómago y te pongas como un niño pensando en grabarlas y tocarlas. Mi idea es ver dónde me lleva ‘Verão’ y si puedo hacer que los dos proyectos convivan y se alimenten el uno del otro. Con mi faceta en solitario me gustaría salir un poco del entorno indie y explorar nuevos territorios, si se da la oportunidad. Después de quitarme las cadenas de lo que supuestamente tengo que hacer como músico puedo hacer lo que quiera, mientras disfrute y sienta que tengo algo todavía que mostrar. El tiempo dirá, como siempre.

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: nacho casado