Música

Stephen Malkmus & The Jicks / Sparkle Hard

Las viejas glorias del alternativo norteamericano –con la pequeña excepción de Pixies– últimamente no hacen más que darme alegrías. Tras los discazos de Breeders y Dinosaur Jr, ahora toca Stephen Malkmus. Me acerqué a este ‘Sparkle Hard’ sin ninguna expectación. Y estoy entusiasmada con él. Muy probablemente, el principal motivo es la gozosa sensación de familiaridad que desprende el álbum. Porque recuerda a los mejores Pavement… pero también a los mejores Wilco. ‘Sparkle Hard’ es un disco de canciones recias, que incluye un par de joyas de puro pop maravilloso.

Ya ‘Cast Off’, la primera canción, resulta reconfortante y excitante; el piano, la manera en que la voz de Malkmus irrumpe, los redobles de batería, el leve momento de desfase distorsionado… es puramente Pavement (y un poquito los Beatles del álbum blanco). ‘Future Suite’ también hace salivar, con su guitarra tan fina y juguetona. Pero es ‘Solid Silk’ la que nos certifica que este es un gran disco. Una melodía casi perfecta conducida por el recitado –con voz doblada– de Malkmus. Y cuando piensas que ya no pude ser mejor… ¡Zas! Llegan unos arreglos de cuerda adorables y unos puentes instrumentales deliciosos.

La banda de Jeff Tweedy asoma en ‘Bike Lane’, gracias a su distorsión guitarrera y batería contundente. Y si esto no es suficiente, la dulzura de ‘Middle America’ (joya número 2) y su estribillo arrebatador, no deja otra opción que admitir que ‘Sparkle Hard’ genera montones de felicidad. De hecho, la primera mitad es tan rutilante que, en comparación, la segunda decae un poco. Pero un poco sólo. Porque también está ‘Shiggy’, la más clásicamente Pavement, en que la voz de Malkmus, con ese punto flemático tan propio, se enfrenta a la furia instrumental y cierta suciedad sónica. ‘Kite’ conjuga preciosismo folkie (al principio) con pegadiza psicodelia (al final). O ‘Bethren’, pop saltarín con vocoder (o autotune) incluido y deliciosos toques de cuerda. O la divertidísima ‘Refute’, una parodia de la clásica canción acerca del tema “cásate-y-verás” a dúo con Kim Gordon (¡qué Nico suena ella aquí!); una pieza casi country, simple pero cautivadora. ‘Sparkle Hard’ se pega de manera inmediata y apetece volverlo a escuchar en cuanto acaba. Tanto el título (“brilla fuerte”), como la foto de su portada –una pareja de ancianos desnudos en un velero en la playa de Cadaqués- reflejan joie de vivre.

Pero el disco va más allá de la sensación de felicidad sonora que transmite. Si la apariencia musical es brillante, su contenido lírico es oscuro. El disco está cargado de un buen baño de amarga realidad, tanto reflexiones ásperas sobre la fama en ‘Future Suite’ (“Qué es el dinero, sino potencial bienestar/prensado en forma material/pero si viajas hacia esa órbita desquiciada/querrás más y más”) como críticas feroces a la realidad social en Estados Unidos en ‘Bike Lane’, cuyos versos son un homenaje a Freddy Gray, asesinado por la policía en Baltimore; un contundente alegato que condena de la situación de los afroamericanos (“los policías que mataron a Freddie/el dulce y joven Freddie Gray/fueron tras él con las porras/y lo asfixiaron hasta dejarlo sin vida/su expectativa de vida era de máximo 25”). Una obra para descubrir, redescubrir o reconciliarse con Malkmus si, como yo, lo habías dejado un poco de lado.

Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Cast Off’, ‘Solid Silk’, ‘Bike Lane’, ‘Middle American’, ‘Refute’
Te gustará si te gustan: Pavement, Wilco
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Mireia Pería