Y así lo refrenda al menos la canción que hoy etiquetamos como nuestra Canción del Día. Se trata de ‘Un breve e insignificante momento en la breve e insignificante historia de la humanidad’, una canción que persiste en ese retro-rock psicodélico a-la-Tame Impala de la primera parte de esta obra doble. Pero, como decíamos, junto a esa lisergia y ese trotón ritmo asincopado, también posee una particular vibración pop, luminosa y magnética, con un sintetizador haciendo un pre-coro que se incrusta sin remedio en la cabeza.
Pero, sobre todo, esta canción brilla rápidamente por su letra, que ha terminado por convertirse en la gran baza personal de Rufus T. Firefly. En ‘Un breve e insignificante momento en la breve e insignificante historia de la humanidad’, Víctor canta a esos contados momentos de felicidad cotidiana, instantes que suelen venir de aparentes pequeñeces (poner las cuerdas a una guitarra; una canción que nos gusta –en este caso “la última mierda de Cala Vento
”–; pasear al perro –hasta su nombre, Fújur, guarda un explícito guiño literario–; un rayo de sol en la cara fumando hierba; recordar a alguien que ya no está a través de sus obras –Gata Cattana–…) y que suponen la frágil y efímera grandeza de la vida.Antes de actuar en festivales como Mad Cool u O Son do Camiño, Rufus T. Firefly presentan ‘Loto’ esta semana en Valencia, en Festival de les Arts, más tarde en Festival de los Sentidos, en La Roda (Albacete) del 15 al 17 de junio, y también en Polifonik Sound 2018, en Barbastro (Huesca).