Como publica El País, la joven afirmaba haber sido agredida sexualmente por tres hombres que accedían al camerino después de haber mantenido ella relaciones consentidas con un cantante de hip-hop en el backstage de la sala. Los Mossos chequearon las imágenes de la sala y comprobaron que la denuncia no podía ser cierta porque en ningún momento había más de dos hombres a la vez en el camerino. La policía sí había concluido que podía haber delito sexual porque los detenidos habían proporcionado a la menor drogas y alcohol. Sin embargo, los padres de la joven han sostenido «que no estimaban que fuera de interés para la menor la incoación de procedimiento penal». La fiscalía, que puede actuar de oficio pese a que la víctima o su familia, en caso de ser una menor, decidan no denunciar, tampoco actuará y «de común acuerdo con los padres no ha interpuesto denuncia alguna».
A su vez, se informa de que los dos jóvenes norteamericanos detenidos, de 28 y 30 años (lo cual descarta al rapero Smooky Margielaa; según La Vanguardia y otros medios eran miembros de su equipo), han sido puestos en libertad tras 14 horas de retención. En principio se había decidido no detenerlos por la falta de coherencia entre el relato de la joven y lo que mostraban las cámaras de Razzmatazz, pero decidieron hacerlo cuando trataban de abandonar el país con nuevos pasaportes obtenidos en el consulado, cuando se les había pedido que no lo hicieran y se les había retirado el pasaporte original. Debido a la deriva del caso, no han tenido que declarar, y no tendrán cargos.