Y es que, según cuenta Pitchfork, el músico de Chicago ha pasado de actuar, como cada año, en el reciente Primavera Sound con su grupo Shellac a ganar un prestigioso torneo de Póker. La pasada noche, Albini se alzó con la victoria en la World Series of Poker, en la que participaba con otros 310 jugadores, obteniendo el brazalete de oro y un premio de más de 105.000 dólares.
Su cara en el tuit del evento donde se proclamaba su victoria, con una camiseta del grupo Cocaine Piss, vale casi tanto como su premio. Aunque menos que sus declaraciones tras la victoria: “Estoy entusiasmado de que un jugador tan mediocre como yo pueda sobrevivir a todos estos jugadores mejores [que yo] y terminar con un brazalete. ¡Aún hay esperanza para todo el mundo!” Como ha sentenciado el siempre fino Hematocrítico, «ni Pixies ni Poxos».