Las normas de Eurovisión inciden en que una canción participante en el festival ha de ser “original”, por lo que de confirmar la justicia que ‘Toy’ es un plagio de ‘Seven Nation Army’, Nétta sería descalificada y Eurovisión dejaría de celebrarse en Israel. ¡Con lo que se parecen entre sí una buena parte de las canciones que terminan presentándose en Eurovisión y nadie ha dicho nada!
Lo cual lleva al eterno debate sobre “copyright” que se reactivó hace poco con la polémica del supuesto plagio de Lana Del Rey a Radiohead. Cualquier persona con dos dedos de frente reconocerá que ‘Toy’, por similitudes armónicas que comparta con ‘Seven Nation Army’, es y busca ser una canción completamente distinta a la de The White Stripes. Ni en un millón de años podría reconocérsele una inspiración cercana al plagio o considerarse una copia, y que ‘Toy’ emplee una sucesión de acordes y una estructura de ritmo similar a ‘Seven Nation Army’ no puede constituir un plagio porque las reglas de composición musical -tal y como existen en la naturaleza- no tienen propiedad intelectual. Va siendo hora de que entendamos -tanto público como artistas- que la música pop produce por necesidad canciones parecidas entre sí y que no pasa absolutamente nada. Quien esté detrás del “aviso” está haciendo el ridículo, ya que el parecido de ambas canciones no podría ser más peregrino.