Esto escribía nuestro colaborador Nuclear Sí, seguidor minucioso de las escenas del país andino, en el especial que en 2016 dedicaba en esta web al nuevo pop chileno, revulsivo de la primera revolución que obraron Javiera Mena, Dënver, Gepe o Alex Anwandter. Hablaba de ‘Nonato Coo’, el debut en el sello Piloto de Niños del Cerro, quinteto de Santiago que se convirtió en abanderado de una generación que traía de vuelta las guitarras como enseña sonora.
El quinteto encabezado por Simón Campusano (voz y guitarra) se caracterizaba en aquel disco por someter a la rítmica latinoamericana unas guitarras ligeras y etéreas, hermanándoles en cierto modo con los Animal Collective más pop y llevándoles a telonear, con todo sentido a artistas como Mac DeMarco. Este 2018, ya como miembros de la familia Quemasucabeza (sello de Gepe, Fakuta, Pedropiedra), tienen preparado para publicar a lo largo en algún momento de 2018 su segundo largo. Un disco que presentaron en el pasado Primavera Sound Barcelona y del que han dado ya a conocer la compleja ‘Flores, labios, dedos’, que busca llevar su música a un espacio más brillante, más contundente y, también, más experimental.
Esta tendencia se reafirma en otro adelanto del álbum que hoy podemos estrenar en exclusiva en JENESAISPOP: se trata de ‘El sueño pesa’, una canción que, tras su arranque de cadencia pesada, se retuerce en el giro luminoso que ofrece ese gran gancho (“Antes de verte quisiera contarte que este sueño pesa tanto como la muerte”) en el que brilla la voz de Chini Ayarza (del grupo Chini & The Technicians
). Con esa alternancia de dulzura y rocosidad, ‘El sueño pesa’ avanza como un mantra hacia la catarsis guitarrera a medio camino del folclore andino y la investigación sonora de Wilco, sobre la que nos habla Campusano en un texto escrito ex-profeso sobre la canción:“Tiene una onda más andina que las otras canciones que ya hemos adelantado del nuevo disco. Las melodías son casi puras pentatónicas, lo que remite inconscientemente a la música andina. Además la batería de Pepe (Jose) lo lleva a ese mismo lugar desde lo rítmico, como es habitual en nosotros.
El referente más evidente son Los Jaivas, que es de mi bandas favoritas chilenas y del mundo. También tengo que nombrar a Wilco, que es otra banda con la que ya llevo muy pegado los últimos dos años. Ambas son bandas de rock que tienen mucha raiz. Para mi ambas bandas son la influencia más grande a lo largo del disco, desde el trabajo de las guitarras hasta la ejecución como banda en vivo. Todo el tiempo buscamos un terreno medio entre el Gato Alquinta (Los Jaivas) y Nels Cline, es un recurso que se repite a lo largo del disco nuevo.
Invitamos a Chini (Chini & The Technicians) a cantar en el tema y nos encantó el resultado. Era justo lo que buscábamos, una voz femenina potente, con harto carácter, que es lo que pedía el coro. Además al final del tema el Pepe armó unas texturas bien lindas con muestras de voz de lo que grabó la Chini en el estudio. Fue una solución práctica y creativa para llenar la coda del tema que antes la sentíamos media vacía”.