Según explica el propio Ramón Rodriguez en la nota de prensa enviada por La Trinchera, esta canción le hace «remontarse a su infancia, y con ella quiso hacer un guiño a algo que ya existía, poniéndolo en un contexto musical y lírico completamente opuesto, y a su vez; con todo eso crear algo relacionado con él y con sus canciones». Ese guiño es nada menos que a la canción que Marujita Díaz cantaba en ‘La corista’ (1960) y después interpretaron Enrique y Ana con el propio nombre de ‘Charlestón’, como ha contado el propio autor en Efe Eme
.El mítico «madre, cómprame unas botas, que las tengo rotas» conforma también el estribillo de esta composición nueva, aquí desprovista de aspecto jovial y hedonista y cargada de nostalgia y agotamiento en una instrumentación que incluye guitarras y sección de cuerdas y carece de ritmo saltarín. Ese «mis piernas cansadas, mis rodillas gastadas», sin duda, añade un punto más trágico, en sintonía con la decadencia mostrada en frases como «voy por el mal camino / el mal vivir en dirección opuesta», mientras la canción en sí es una petición de recibir flores, muy Marujita Díaz, cerrándose un círculo. Una gran idea que se suma a un repertorio caracterizado desde siempre por los sabores agridulces.
De nuevo hay que mencionar la calidad de la nueva cara B, una ‘Juan Basilio’ que, con ese anti-estribillo «mucho me temo» y ese crescendo próximo al post-rock, podría ser perfectamente un single del disco.