Música

Las «perogrulladas» de Arizona Baby y la profesionalidad de Viva Suecia, lo mejor del arranque de Santander Music

Este jueves se ha celebrado la primera jornada del 10º aniversario de Santander Music, por el que este fin de semana pasarán Kase.O, C. Tangana, Izal, La M.O.D.A., Joe Crepúsculo o Soleá Morente. Como siempre, el festival se celebra en la península de la Magdalena junto al mar, y con dos escenarios alternos: uno con las actuaciones principales y otro con un DJ set al que acude todo el mundo durante los cambios de escenario, conformando una pequeña pista de baile al aire libre. Anoche Yahaira entretuvo a los asistentes con temas de Blur, Chemical Brothers, Hercules & Love Affair o Lykke Li. Foto: Santander Music.

El «txupinazo» de salida, como ellos mismos lo llamaron, lo daban Arizona Baby, aún con el público acercándose hacia el recinto. El sonido del grupo, entre el folk, el rockabilly y el post-grunge, podía hacer pensar en un concierto algo árido, máxime cuando su guitarrista toca sentado. Sin embargo, el trío ofrecía un show de gran empaque y sonido, cuya estrella fueron los discursos del líder Javier Vielba, también conocido como «El Meister», calificados por él mismo como «perogrulladas». Aportaron bastante dinamismo su discurso «súper a favor del humanismo, sobre todo entre semana», su autodefinición como «una mezcla de Slayer y Peret, por si no ha quedado claro», su pulla al reivindicar «Pucela» («la chica yeyé es de allí, hay gente molona, no como «la chica de ayer», que era un muermo»), su confesión de que les gusta «más hacer canciones que Stories» y sobre todo su muestra de «la mítica técnica del subidón» durante una de las canciones. El grupo presentó algún corte nuevo de un disco que saldrá después del verano porque es «justo y necesario», si bien no faltaron antiguos como ‘The Truth’ o ‘Real Lies’. «¡Somos felices!», proclamaron, y estas cosas se contagian enseguida desde las tablas.

Viva Suecia eran mencionados por Arizona Baby en lo que fue toda una noche llena de compañerismo: estos dos grupos comparten sello, Subterfuge, y Viva y Suecia y Varry Brava son de Murcia. Los autores de ‘Los años’, que sonó en tercer lugar, hicieron gala de una enorme profesionalidad, la adquirida durante las dos últimas temporadas de llenazo en llenazo, y su sonido fue perfecto en todo momento, llegando tanto a los interesados en el indie-rock de la vieja escuela como al público joven. El cantante Rafa Val, con elegante camisa estampada, tiene bastantes tablas sobre el escenario, con su mirada fija, media sonrisa medio cínica y sobre todo entrenadísima y bonita voz, y el setlist no se hizo pesado aunque dejaron 3 de sus canciones más conocidas para exactamente el final: ‘Permiso o perdón’, ‘Bien por ti’ y la repetitiva -quizá de más- ‘Hemos ganado tiempo’. Tampoco había faltado hacia la mitad del set la preciosa ‘A dónde ir’. «Nos quedaríamos toda la noche», habían asegurado, tan animados y sabedores de que pueden convertirse en un grupo generacional si les siguen saliendo más hits.

Para Varry Brava era la primera vez en Santander, y el grupo también hubo de salir contento. Fueron Viva Suecia quienes contaron con más público, pero pocos abandonaron después pese a ser jueves y más allá de la medianoche. El concierto de Varry Brava es una mezcla de pop de «la edad de oro del pop español», fiesta verbenera (para bien) y momentos de hacer el cabra que ni un concierto de Joe Crepúsculo. El cantante Óscar Ferrer, en traje rojo y camiseta blanca lisa, se lo bailó todo, creyéndose en todo momento que es una estrella, como ha de ser. Entre abanicos y esos planos deliberados en las pantallas de las uñas rojas del teclista, era imposible no pensar en la reivindicación de la pluma hetero de un Tino Casal. Y al margen de la marca de laca de uñas, fueron los teclados los que hicieron que temas como ‘Playa’ o ‘Fantasmas’ estuvieran entre los momentos más celebrados de la noche, siendo el último el gran subidón del festival, al menos por ahora.

Varry Brava y en concreto ‘Fantasmas’ tendría que haber sido el verdadero fin de fiesta de la primera jornada de Santander Music, puesto que los mexicanos Zoé traían un show más tranquilo, más adecuado para primera hora en lugar de para el cierre. Tuvieron cierta dificultad para trasladar al público los años de carretera y los millones de streamings que les respaldan y la voz de su vocalista León Larregui era inaudible tanto durante las canciones, ahogada por guitarras y dos percusionistas, como entre canción y canción, cuando a duras penas le entendí introducir el nuevo single ‘Hielo’. Eso sí, el grupo demostró tener seguidores en nuestro país, con gente coreando sus temas e incluso pidiendo más hacia el final.

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Publicado por
Sebas E. Alonso