Hoy sabemos que hubo un segundo largo que, pese a llegar a lanzar su primer single, el estupendo ‘Careless‘– quedó en un cajón por conflictos con la multinacional que publicó su primer álbum y del que le ha llevado tres años desvincularse definitivamente. Tras lograrlo, el pasado año se embarcaba en un nuevo proyecto llamado Post Precious, un dúo de pop electrónico y bailable con Max Hershenow –músico y productor del ya extinto dúo MS MR–, con el que acaba de publicar su primer EP, ‘Crown’.
Pero Alex no piensa abandonar por ello su periplo en solitario y hace pocos días lanzaba su primer single inédito desde 2015. Se trata de ‘Tourist’, un fantástico medio tiempo con aires de soul, que suena contundente –especialmente rabioso en su puente–, revelando el dolor que Winston ha sentido en una ruptura (de corazón). De manera explícita, la cantante convierte su letra en todo un ajuste de cuentas, hablando de los “tatuajes de mierda” que no podían ocultar “lo vacío” que está el chico que, durante un tiempo, la hizo sentirse amada. Cuando, en realidad, no estaba en absoluto comprometido con su relación y tenía otras, paralelamente (es especialmente potente cuando la música se apaga y ella dice “sé lo de la chica de San Francisco”).
En ese sentido, Alex califica al chico de “turista” del amor (“te entregué mi cuerpo como un monumento”, canta en su estribillo), que sólo «actuaba» y acudía a ella como una visita, no como a un «hogar». Aunque, confiesa, cree que era evidente y ella simplemente “no quiso saber”. La canción se presentaba con un vídeo sencillo pero tan magnético como la canción: con un bastón de selfie, Winston se graba paseando por las calles de Los Ángeles haciendo todo aquello que hacen los turistas, culminando con un amargo trago de tequila en el strip. Es, sin duda, una fantástica noticia que vuelva, y que lo haga así.