Las razones son evidentes: la letra habla reiteradamente sobre tratar de ayudarse a uno mismo olvidando el pasado, y además el vídeo que estrenaba para esta misma canción contenida en su recién editado último álbum, ‘Swimming’, que apenas lleva un mes en el mercado, le mostraba encerrado en un ataúd como el protagonista de ‘Buried’. En la segunda parte de la canción, muy marcada pues la composición está claramente dividida en dos, conseguía emerger de debajo de la tierra, dando ahora una imagen emocionante y de esperanza para sus seguidores.
La letra de ‘Self Care’ tiene ese poso optimista (“voy a tratarme a mí mismo, bien, sí, joder, estaremos bien”), al tiempo que afronta la inestabilidad (“me he vuelto loco”) o pide ayuda (“que alguien me salve de mí mismo”). Palabras que tienen casi siempre un significado agridulce (“tengo todo el tiempo del mundo, así que voy a relajarme”) también a través de las adicciones que parecen haber podido con él (“pasamos nuestras noches bebidos, nuestras mañanas colocados”).
A los artistas que se volcaron con bonitas palabras sobre su legado en las últimas horas se ha sumado su ex Ariana Grande, que subía una foto a Instagram, o Fiona Apple, que a través de su conexión con el productor Jon Brion, ha lamentado en un vídeo no haber podido trabajar con Miller.