Tom Boyle / Vuelve a empezar

Es realmente increíble la poca repercusión que –al menos desde mi atalaya–parece haber tenido el regreso de los guechotarras Tom Boyle, cuando ya sólo ‘Hojas amarillas’ se merece un monumento. Es, para mí, una de las mejores canciones en lengua castellana publicadas este año y sólo ella justifica la vuelta de un grupo que, además, se perpetúa en un nicho único: uno en el que conviven las melodías amables de La Buena Vida con la electricidad e intensidad de sus paisanos El Inquilino Comunista, Los Planetas y Yo La Tengo. Así era en sus inicios y así sigue siendo en ‘Vuelve a empezar’ –una clara referencia a sus 8 años de hiato–.

La referencia a un Donosti Sound que ni siquiera se puede asegurar que existiera como escena es inevitable en el reposado ‘Casiopea & Orión’ que cierra crespuscularmente el disco, pero casi es más evidente en canciones como ‘Gravedad’ y especialmente en la amable ‘Horas perdidas’ –en la que se aporta un punto cómico a una ruptura: «ya no está, se fue / no sé muy bien por qué / se ha llevado sus cosas y las mías también». No cuesta imaginar en estas la voz de Irantzu Valencia, aunque Gloria Para se ha consolidado como una sólida y personal cantante. Sin embargo el factor diferencial de Tom Boyle está en su capacidad para conjugar melodía, guitarras crepitantes y bases rítmicas poderosas, y aquí el siempre solvente trabajo de Raúl Pérez en el estudio sevillano La Mina empuja al grupo a sonar como debe.

Ahí, en esa parcela, se concentra lo mejor de ‘Vuelve a empezar’, por poco original que parezca: primero, con esa maravilla antes citada que abre el álbum de manera poderosa, con esa letra que identifica las ‘Hojas amarillas’ del otoño con pensamientos perdidos que echan a volar; un canon que reeditan con la aún más enérgica –con un punto Slowdive en las guitarras del bueno de Xabier Setién– ‘Muro de cristal’, en la que se retrata a un ex que vive una vida que le hace parecer un extraño; o la algo “planetera” ‘Erizos en invierno’, con un final precioso en el que las guitarras y las voces de Xabi y Gloria se entrelazan. Podemos apuntar al punto naif de algunas imágenes empleadas en sus letras –el “muro de cristal”, el “autómata de metal” de ‘Otra etapa’, la metáfora marítima de ‘Universo azul’– como un punto flaco en su propuesta. Pero no deja de ser un peaje necesario –en realidad, sus textos son siempre bonitos y están bien construidos– para enfatizar el carácter emotivo de un disco breve y bonito, que se escucha con gusto y que, ojalá, signifique que Tom Boyle no van a volver a desaparecer otra vez.

Tom Boyle presentan ‘Vuelve a empezar’ este sábado, 6 de octubre, en Fotomatón Bar de Madrid, con Cariño como teloneras.

Calificación: 7,2/10

Lo mejor: ‘Hojas amarillas’, ‘Muro de cristal’, ‘Gravedad’, ‘Erizos en invierno’

Te gustará si te gusta: tanto La Buena Vida como Yo La Tengo, Mercromina, Alborotador Gomasio
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