Música

Shinova / Cartas de navegación

Desde Vizcaya, la banda Shinova llega a su quinto disco, ‘Cartas de navegación’, tras haber abandonado el rock duro y asentado su sonido en ‘Ana y el Artista Temerario’ (2014) y sobre todo ‘Volver’ (2016), álbum con el que se iban sumando a la lista de bandas de pop-rock españolas y masculinas capaces de llenar salas de más de 1.000 personas, y en la que antes estuvieron Vetusta Morla, Supersubmarina, Izal o Lori Meyers. Aunque ellos no han dado el salto a los grandes estadios de algunos de ellos, todo parece indicar que La Riviera se les quedará ya pequeña el próximo mes de febrero, pues vendieron las primeras 500 entradas en tan sólo 4 horas.

‘Cartas de navegación’ arranca con una primera mitad sin demasiada sorpresa, con los típicos singles que han caracterizado a todas las bandas mencionadas, como es el caso de ‘El álbum’, de guitarras un poco Placebo y en la que Gabriel de la Rosa se enfrenta a su pasado (“aquí está la instantánea de alguien que ya no soy yo” o “dime por qué aún intento salvar cada fragmento de cada negativo en el que duerme tu recuerdo”), o ‘Cartas de navegación’, de guitarras un tanto The xx, solo que aceleradas; alternados con el medio tiempo y la balada, como es el caso de ‘Aurora’ o ‘Expectativas o espejismos’, próxima a los viejos Coldplay más épicos. De hecho, el disco se llega a abrir con otra cuasi balada llamada ‘Guerra y paz’, un tema de imponentes teclados, que suena como una búsqueda de uno mismo para dejar atrás las «bestias del pasado». «No necesito más que un punto cardinal y carreteras que dejen todo atrás», canta Gabriel.

La segunda parte del álbum, por suerte, trasciende lo correcto y más o menos esperable, captando la atención del oyente. Tras ‘Expectativas o espejismos’ resplandece especialmente la historia de amor y conciertos de ‘Utopía’, un optimista tema tipo «la vida empieza aquí» que bebe de los ritmos de los Smiths y las guitarras de The Clash añadiendo un piano muy Keane o también muy Coldplay. También es una buena noticia la electrónica ‘En el otro extremo’, similar al último y acertado giro estilístico de Miss Caffeina, inspirado a su vez en el synth-pop ochentero. Por su parte, las rimas de ‘La buhardilla de la musa’ y el medio tiempo de guitarras un pelín más metal ‘El trayecto natural’ tienen (involuntariamente) la sonoridad de las de Vainica Doble.

‘Mirlo Blanco’ presenta una guitarra en segundo plano con el mismo nervio de las de Two Door Cinema Club y ‘Solo una canción’ es una interesante composición que en alguno de sus puntos puede servir de alegato contra las críticas y en otros como una crítica a la censura a los músicos. Entre todas, conforman un álbum más entretenido de lo que hacía prever la primera mitad, en el que Shinova aún no logran cerrar un sonido 200% propio con el que diferenciarse de otros grupos, pero en el que muy obviamente sí han dado un paso adelante, acompañados tan sólo de su técnico de sonido como productor, Mikel Santos.

Calificación: 6,5/10

Lo mejor: ‘Utopía’, ‘En el otro extremo’, ‘Cartas de navegación’, ‘El álbum’

Te gustará si te gustan: Vetusta Morla, Two Door Cinema Club, Lori Meyers, Héroes del Silencio
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: shinova