La frase completa, según la letra publicada en NPR, dice: «Los mejores pierden sus convicciones / pero los peores siguen afilando sus garras / traficando con sus oscuras ficciones / mientras lo que queda de nosotros simplemente vacila / y esto parece Cataluña en 1936». El inicio de la Guerra Civil española efectivamente ha inspirado la canción, como dice el propio Andrew en una nota de prensa.
Estas son sus palabras: «Estamos en una guerra fría civil en la que cada uno cumple muy bien su papel. Algunos actores obtienen poder y riqueza a partir de la división. Hay ecos de la Guerra Civil española, cuando los fascistas y el clero ganaron porque formaron un frente contra la izquierda individualista y de principios (aunque desperdigada). Podemos cambiar la dirección del barco, pero necesitamos dar un paso atrás y ser honestos con nosotros mismos sobre lo que está pasando, mientras nadie parece tener sangre en las venas».
La canción se llama así, «sin sangre» y, como es habitual, viene acompañada de una exquisita instrumentación, partiendo como de un piano bar para después añadir el ritmo reptante y los arreglos de cuerda. Hasta aparece un silbido que ni Otis Redding. Perfectamente apta para los seguidores de Father John Misty, que por alguna razón parece haberse llevado toda la fama, esperamos que la canción tenga algo de notoriedad, como mínimo en nuestro país.